Para los dueños de papelerías en el Centro de Guadalajara, la pandemia de COVID-19 generó una crisis económica grave no sólo por el cierre de esos giros, sino por las clases a distancia. Sin embargo, esa fue la oportunidad para reinventarse. “Adaptarse o morir”, aseguró Raúl Herrera Vega, de la papelería Herrera Silva.Él se refiere a la transformación de su establecimiento como la “Revolución Mexicana”, pues sólo en cuatro días transitó de estantes con cuadernos, lápices y reglas a cuadernos para iluminar, caballetes, lienzos y materiales para acuarela, óleo y acrílico de varias gamas, exhibidas en su local de las calles Morelos y Enrique González Martínez.En general, las pérdidas económicas de los papeleros alcanzaron entre 60% y 100 por ciento. Reconvertir sus giros les permitió bajar el margen a 40% durante la alerta sanitaria.El gerente de Casa Marchand Papelerías, Iván Mantilla Urueta, estimó que el golpe fue menor luego de migrar a la comercialización de sus productos a través de internet y promoverlos en varias oficinas.La decisión vino tras la nueva modalidad a distancia del calendario escolar 2020-2021, que le hizo perder 60% en ventas.Así, hubo sitios que se vieron obligados a hacer recortes salariales, aunque no despidieron a los empleados. Ese es el recuento de la encargada de la papelería Servinet, Yóselin Padilla.Esa empresa también encontró en la venta de artículos de pintura un nicho de recuperación, pues las pérdidas ya eran graves.
