Después de probar suerte por el mundo del diseño y marketing, Ceferino, campechano de nacimiento, acudió a su madre para poder disfrutar sus delicias en Guadalajara, pues ya tenía algunos meses extrañando el sabor casero de la cocina familiar, y fue cuando en compañía de su socio, Darío, y el paro que su mama le hizo al coachearlo y traer, ahora mandar por paquetería, los mejores ingredientes para preparar su cochinita estilo Campeche —que es básicamente muy parecida a la receta tradicional de Yucatán, pero digamos que un poco más light en sus especias, es decir, de sabor más delicado—, surgió la idea de Naranja Agria.Fue así como hace apenas un par de meses decidieron abrir su lugar para ofrecer una comida campechana con toques libaneses, que ellos mismos preparan y sirven en su pequeño lugar con menos de un puñado de mesas y algunas barras para comensales.En compañía de mi querido hijo Carlo, quien me hace el paro para explorar lugares, en los que no en todos nos va bien, la verdad, llegamos y nos dispusimos a disfrutar las delicias de Naranja Agria.Iniciamos con una buena torta puerca ($110) es una torta de cochinita, no podíamos dejar pasar el platillo insignia de este lugar, llegó partido en dos y en platos diferentes, ya que íbamos a compartir todo, pero de no haberlo dicho hubiese llegado completo, ya que es de buen tamaño. Con un sabor suave a cochinita, que al morder escurría un poco, y mojaba ese pan de masa madre con bordes dorados en plancha y en compañía de un jus -jugo- con tropiezos de la misma carne, en dónde chopeas antes de morder y acompañas con la cebolla encurtida en vinagre blanco y de manzana. Una delicia para disfrutar solo, sin compartir pues.Seguimos con la vizcaína ($140) una tostada de atún, no asiático, más bien un estofado tipo marlín, que llega caliente sobre la tostada y que preparan con alcaparras, aceitunas, cebolla y jitomate, y coronan con unas buenas rebanadas de aguacate en su punto y unas tiritas de poro frito que añade textura y ese sabor característico. La combinación y los tropiezos de sus ingredientes la hacen un platillo muy redondo.No podíamos dejar de probar los kibis ($90), ya que la cocina es campechana / libanesa, son estas “albóndigas” estilo libanés, confeccionadas con carne de res (las originales van con cordero) mezclada con trigo, a manera de croqueta. Muy firmes, creo que se pasan un poco de firmes. Y un poco de queso edam rallado y troceado. Para disfrutarse con sus salsitas de habanero y también su jus para mojarlas.Por último y de antojo, compartimos una marquesita ($75), este típico postre que encontramos en las calles de Campeche y que se hace con harina de trigo, leche, vainilla y azúcar, asemejando una crepa que enrollan y dejan dorar par después rellenar esa flauta con Nutella y espolvorear con queso, una combinación magnífica y ligera que te hará cerrar con broche de oro tu paso por Naranja Agria.¡Sé feliz!TOMA NOTA