En el sexenio de Aristóteles Sandoval se registraron 8 mil 144 asesinatos, cifra que ya fue rebasada por los 8 mil 719 que acumula el gobierno de Enrique Alfaro a poco más de la mitad de su gestión. La elocuencia de este dato dimensiona verdaderamente dónde estamos parados en Jalisco en materia de violencia homicida. Sin embargo, se preguntarán, ¿por qué el gobernador presume a menudo una reducción en el número de asesinatos? Hay varias explicaciones. Uno. El gobernador suele comparar bimestres, trimestres o cortes temporales “convenientes” que revelan ligeras bajas en asesinatos, pero no una tendencia en un periodo más amplio. Lo mismo que hace Andrés Manuel López Obrador. Por ejemplo, Alfaro siempre compara cifras anuales de homicidios con los últimos años de la gestión de Aristóteles Sandoval. Si recordamos, en el sexenio pasado la incidencia de homicidios fue en forma de U, es decir, arrancó con un descenso a nivel nacional para después repuntar y cerrar con cifras récord. Si comparamos los primeros tres años de gobierno de cada sexenio, el actual supera por mucho al anterior, pero el emecista se compara siempre con la segunda parte que fue la más violenta. Dos. La cifra de homicidios en el gobierno de Alfaro se incrementa al 10 mil 27 víctimas mortales si sumamos los mil 308 cuerpos exhumados de fosas clandestinas en este sexenio. Bajo un criterio metodológico arbitrario, el mandatario los descuenta de sus reportes de violencia homicida. Tres. El fenómeno es nacional. El gobierno de López Obrador también superó este mes la cantidad de asesinatos acumulados en el periodo de Felipe Calderón. No ha superado al de Peña Nieto, pero hacia allá se encamina. Alfaro ya superó el de Emilio González y el de Aristóteles. Hagamos una pausa tras el asesinato de los dos padres jesuitas y un guía de turistas en la sierra tarahumara, y tras la balacera en El Salto que dejó cuatro policías y ocho civiles muertos. Un reproche al gobierno federal y al estatal consiste en su incapacidad para reconocer una tendencia negativa y una estrategia de seguridad fallida. A más de la mitad del camino, ya no pueden culpar a quienes los precedieron. El primer paso para salir de esta espiral de violencia parte de aceptar la realidad sin sesgos en donde los datos cuentan la historia inverosímil de que todo va muy bien. Nota metodológica: Las víctimas de homicidio de la presente administración se basan en el reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad de diciembre-2018 a mayo-2022. La cifra total de asesinatos en el sexenio de Aristóteles la tomé de la nota: “Seguridad, la gran deuda de Sandoval” de Raúl Torres, publicada el 6 de diciembre de 2018 en EL UNIVERSAL. El número de cuerpos exhumados de fosas están en la Plataforma de Seguridad del Estado de Jalisco. Agradezco a mi amigo Héctor Pina, datero apasionado y periodista curioso, por la ayuda para el procesamiento de las bases de datos.
