Jueves, 18 de Abril 2024

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El Gobierno de México no puede estar en manos de un enfermo

Por: Salvador Cosío Gaona

El Gobierno de México no puede estar en manos de un enfermo

El Gobierno de México no puede estar en manos de un enfermo

Tras conocerse el hackeo que la organización internacional de activistas denominada «Guacamaya» realizó en contra de algunos gobiernos latinoamericanos, entre ellos el del Gobierno de nuestro país, nada menos que penetrando los sistemas digitales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), horadando la seguridad nacional, violentando la base de datos de los sistemas de cómputo y obteniendo ilícitamente millones de bytes de información clasificada como reservada o restringida, quedó al desnudo la vulnerabilidad de la entidad que supuestamente es la más sólida para otorgarnos seguridad a los mexicanos y en la que López Obrador ha depositado una gran parte de los proyectos, funciones y bienes de la nación, pero también desnudando los ilícitos, las mentiras, y los secretos del propio Ejecutivo, siendo que al revelarse su precario y preocupante estado de salud, se hace necesario y urgente actuar en consecuencia.

En el mencionado ataque cibernético dado a conocer la tarde del jueves por el periodista Carlos Loret de Mola en su programa de Latinus, -y que encendió las alarmas-, se filtraron miles de documentos sin testar del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Se trata del mayor ciberataque en la historia del país.

“Textos, archivos adjuntos, tarjetas informativas, cartas, videos, muchos de los cuales aparecen catalogados como ‘confidenciales’ [...] Esta irrupción en los sistemas de computo del Ejército constituyen la más grave vulneración a la ciberseguridad del Gobierno de México en su historia”, señaló Loret.

Detalles sobre el verdadero estado de salud de AMLO o las disputas entre los titulares de la Sedena y de la Secretaría de la Marina (Semar), la versión completa del “Culiacanazo”, así como la débil seguridad de las aduanas, son algunos de los hallazgos expuestos en los seis terabytes de material. Además la radiografía expone el enorme poderío y mando que tiene el Ejército en el actual sexenio.

Lo que se acaba de divulgar debe ser motivo de una enorme preocupación porque deja al descubierto las debilidades de los gobiernos y esto implica no solamente lo que acontece o ha acontecido en el actual sino también el anterior y quizá un reflejo de otros sexenios; pero en lo que nos debemos enfocar ahora es en lo que puede ser la frágil salud del Presidente López Obrador, que de acuerdo con los informes confidenciales de carácter totalmente reservado que ahora se conocen, se establece que la salud del primer Mandatario es endeble, y aquí hay que advertir que todo padecimiento físico profundo, siempre, de alguna u otra forma afecta la situación anímica, emocional, mental, la lucidez de cualquier persona.

Sabemos que los medicamentos tienen efectos colaterales, todos los padecimientos y más si son crónicos generan reacciones y consecuencias que también pueden ser de índole neurológico, cerebral, de tal manera que no se podría descartar a priori que esa condición sea una de las causas por las que el Presidente toma tantas decisiones que parecen fuera de orden.

Luego entonces, la pregunta es: ¿está el Presidente en aptitud para gobernar?

Aparentemente y por los hechos, decisiones, acciones y consecuencias que ha sufrido el país la respuesta sería ‘no’, pero esto corresponde a los médicos determinarlo.

Por ello es menester revisar si la salud del Presidente es óptima para ser el primer Mandatario y para llevar a cuestas la responsabilidad que derivan todos sus actos y pueden seguir generando como Presidente de la República o jefe de estado.

De entrada, algo que ya es importante, es que el propio López Obrador admitió durante su conferencia Mañanera de este viernes el hackeo al Ejército así como que está enfermo y así lo expresó:

“Son ciertos, yo estoy enfermo, tengo varios padecimientos, solamente hay una cosa que no tengo, que dice la canción (de Chico Che) lo del alcohol, pero lo demás sí, otros males, todos los que se mencionan ahí”, remarcó AMLO.

“Todo lo que se dice ahí, es cierto, y se ha expresado, si acaso lo de la ambulancia que fue a Palenque a principios de enero porque había un riesgo de infarto y me llevaron al hospital [...] me recomendaron un cateterismo, me dijeron ‘hay que hacerlo’, les pedí unos días, en eso me dio COVID, entonces tuvimos que esperar y me hicieron el procedimiento”, remató.

En este contexto, además de que ya admitió el ciberataque al Ejército y sus enfermedades, quizá se debería esperar una reacción responsable y que en el menor de los casos se someta a estudios para que se cuente con un diagnóstico a la vista de todos, y sobre esta base se otorgue la tranquilidad que merecemos como nación.

La tarde de este viernes, el grupo “Guacamaya” estuvo muy activo publicando tuits en la red social del pajarito azul, en la que hizo un llamado al Presidente Andrés Manuel a que renuncie:

“President López Obrador, only you know the information that is coming and will come to light. Make a good decision and RESIGN NOW! // Presidente López Obrador, solo usted sabe la información que viene y saldrá a la luz.

Tome una buena decisión y #AMLORenunciaYa”.

Antes, en un comunicado, “Guacamaya” reivindicó el ataque y mediante un comunicado justificó su accionar:

“Siglos de violencia y dictadura, siglos de que el futuro y la vida estén en las manos de genocidas psicópatas. Es por esto que Guacamaya nos filtramos en sus sistemas y hacemos pública la propia documentación de estos entes del terror”.

Lo que creo es que estas revelaciones deben generar el interés público y quienes nos deben resguardar como integrantes de una de las tres funciones del poder que es el Legislativo; es decir, los diputados que son la voz del pueblo tendrían que actuar, tendrían que plantear la revisión del asunto no solamente de la vulneración de la seguridad nacional sino todo lo que se ha revelado y lo que se va a revelar que tenga una consecuencia para ser investigada, que se deslinden responsabilidades y se apliquen sanciones apegadas a derecho.

A las fuerzas políticas, a los sectores de la población y a los propios mexicanos lo que nos queda es exigir que se actúe en consecuencia, que se den respuestas, y se proceda conforme a lo que corresponda.

En tanto, habrá que estar pendientes del cúmulo de información que saldrá de los seis terabytes, pues según “Guacamaya”, la información extraída de los sistemas de la Sedena “equivale a 36 millones de documentos PDF, 1.5 millones de fotos o 3 mil horas de video”, y subraya: “El dato menos relevante es la salud del Presidente”.

Salvador Cosío Gaona

opinión.salcosga@hotmail.com

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