El martes apareció en el cielo un globo de vigilancia chino sobre Big Sky Country en Montana. El presidente Biden ha pedido a sus principales generales que estudien las opciones militares. El Pentágono determinó que se trataba de un dispositivo de vigilancia chino, y el secretario de Estado Antony J. Blinken aplazó su viaje a China. El globo espía que había sido identificado por las fuerzas de seguridad de los Estados Unidos, tuvo su aparición en los medios de comunicación, dado que los pobladores de aquellas tierras comenzaron a reportar su presencia en línea. Comenzó una historia mediática y política, que además de la cancelación de la visita del Secretario de Estado a Pekín, ha aumentado las tensiones diplomáticas entre las dos potencias. El Gobierno Estadounidense decidió ser prudente ante las exigencias de derribar el globo chino violentamente. Inmediatamente hubo reacciones políticas reclamando acción ante una violación a la soberanía, insistiendo en que el presidente Joe Biden fue débil ante una acción claramente agresiva. El ruido ha escalado dado que aunque se desconocen las capacidades específicas de vigilancia del globo es un hecho que en Montana se encuentran instalaciones militares con misiles nucleares interoceánicos que probablemente sean de interés para los chinos.El enorme globo, que se desplaza a unos 20 mil metros de altura, contribuye a aumentar las tensiones entre Estados Unidos y China. Y mientras la gente se pregunta, ¿podría ser derribado? ¿Debería ser derribado? la realidad impone una mayor desconfianza hacia China en Estados Unidos y ratifica las decisiones en marcha para reubicar a una parte de la industria de semiconductores y otras industrias de regreso hacia el continente americano. El globo chino es una manifestación más de la rivalidad que en la coyuntura puede favorecer a México. Ahora el globo chino se pasea sobre los cielos de Carolina del Norte camino hacia el Atlántico donde probablemente será derribado. La historia del globo chino muestra la necesidad estratégica de proteger la información que circula en torno a los Estados Unidos, lo que incluye a México y Canadá. Una muestra más de que las tensiones geopolíticas nos llevan a un momento de acercamiento con nuestros vecinos en temas tecnológicos y militares. Una ruta que si bien no es nueva es claro que ahora apunta ser más profunda dada la reconversión industrial en marcha. Como muestra está el llamado Plan Sonora que busca producir energía limpia para exportarla y generar una cadena de valor en torno a la explotación del litio para coordinar el impuso a la industria de los semiconductores en marcha en Arizona y Texas. El Canciller Marcelo Ebrard llamó la atención del tema hace unos días al llevar a puerto Peñasco al cuerpo diplomático acreditado en México a visitar uno de los campos de producción de energía fotovoltaica más grandes del mundo. En ese entorno México también se convierte en mucho más atractivo para China por su ubicación estratégica y su papel como potencia emergente. Muchas de las empresas que ahora buscarán llegar a México son precisamente empresas chinas procurando adaptarse a la nueva realidad. En unos cuantos años nuestro país se ha vuelto más sexy atrayendo una corriente de personas e inversiones que llegan a nuestras ciudades. Quizá muchos de nosotros no nos percatamos de que opera un cambio de gran calado justo frente a nosotros. Como el globo chino, hay muchas cosas que nos distraen y quizá no nos dejan ver que este país se convierte en una plataforma logística, industrial y de servicios en creciente ebullición. Muchos fuera ya lo vieron y están llegando. Otros acá apenas lo notan.luisernestosalomon@gmail.com
