Ciertamente existe la inteligencia emocional que nos facilita identificar nuestros sentimientos y emociones, de tal manera que seamos capaces de mantener un sano equilibrio y crecer de manera positiva.Entre más inteligencia, mejor dominas las emociones y menos vives del miedo, el enojo, la frustración, el coraje, el rencor, la tristeza y las trasmutas en experiencias más positivas. En pocas palabras te conviertes en una persona más civilizada y menos primitiva.Pues algo similar acontece con la inteligencia social, entre más la tienes eres más sensible, empático, comprensivo, atento, afectivo, amigable, sincero, respetuoso y desde luego ayudas a su crecimiento sin nunca dejar de estar bien tú también.El hecho de no abusar, ofender, rivalizar, envidiar, dañar, criticar, insultar, devaluar, criticar o hablar mal de lis demás, ya es un buen indicador del nivel de inteligencia social que posees.Por ello hay quien nace con ese carisma, de caerle bien a los demás y de fácilmente convertirse en líder. En cambio lo contrario indica un bajo nivel.La buena noticia es que se pueden desarrollar y mejorar todos los aspectos que te ayudan a tener una mayor inteligencia en tus acciones y forma de relacionarte con los demás.Se puede comenzar con escuchar más y comprender mejor. Ya que lo logres verás que es más fácil no ofender, criticar y hacer daño.También podemos aprender a ser mejores personas y vivir de una manera más civilizada.Así que junta tu inteligencia emocional con la social y lograrás dar pasos adelante para ser más culto y logres tener más interés por los demás y vencer a uno de los enemigos más grandes del progreso... El egoísmo.
