Como lo consigné aquí a fines del año pasado, al término de la más reciente temporada de la Liga Mexicana del Pacífico emergió el conflicto interno que venía creciendo entre accionistas del exitoso equipo de beisbol Charros de Jalisco, que renació hace siete años ligado al decidido e interesado apoyo del ex gobernador Jorge Aristóteles Sandoval, al grado de que, muchos aseguran, llegó a tener una participación accionaria.Pues bien, la era de los Charros con la impronta del pasado sexenio priista del ex mandatario estatal asesinado en diciembre en un restaurante-bar de Puerto Vallarta podría estar a punto de llegar a su fin, e iniciar el torneo en octubre próximo con nuevos dueños muy allegados al gobierno estatal que encabeza el emecista Enrique Alfaro. En este grupo de inversionistas, según se publicó en el portal www.purobeisbol.com, aparece el abogado Vicente Martínez, quien ha labrado en los últimos años una estrecha relación con el gobernador de Jalisco, el empresario Guillermo Romo, a quien se le contrató el controvertido e investigado programa A Toda Máquina por más de 3 mil 600 millones de pesos, Pablo Herrejón, constructor y familiar del mandatario, así como el empresario constructor poblano José Miguel Bejos, ligado al poderoso grupo catalán Mota Engil, que construyó la Línea 3 del Tren Ligero.Cuando apareció el nombre de este último en el grupo de los interesados en comprar el equipo Charros de Jalisco, el Club de beisbol Pericos de Puebla emitió el pasado 7 de julio un comunicado de prensa en el que desmentía esa posibilidad y aseguraba que él se mantendría como Presidente Ejecutivo de ese equipo (dueño) enfocado “de lleno en la operación de la novena verde y la promoción del rey de los deportes en Puebla”.Sin embargo, cuatro días después, el 11 de julio el mismo club en otro comunicado anunciaba que José Miguel Bejos, dejaba la presidencia de su equipo Pericos de Puebla y nombraba en su lugar a Ignacio Trigueros. Este repentino cambio fortaleció las versiones de que las negociaciones están entrando en su fase final, y la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) y el gobierno estatal están presionando con todo para que los conflictuados accionistas divididos en el bando de Salvador Quirarte, quien fungió como Presidente de Charros hasta que estalló el conflicto el año pasado, impugnado por el grupo encabezado por Armando Navarro, vicepresidente y propietario de la marca, finalmente se arreglen, o de plano vendan el equipo que ha sido más que bienvenido por la afición beisbolera tapatía, y por ello representa un jugoso negocio que ya despertó el interés de este nuevo grupo de empresarios ligados al grupo en el poder en Jalisco, y que la LMP no quiere perder por el valor que vino a aportar a ese circuito de la pelota caliente.jbarrera4r@gmail.com
