Los al menos 120 minutos de estruendo por las ráfagas de las armas cortas y largas con las que los grupos delincuenciales enfrentaron a efectivos de la Guardia Nacional la noche del lunes pasado en Teocaltiche, recordó el infierno que inició el año pasado para los pobladores de este municipio de Los Altos de Jalisco, cuando la cabecera municipal y varias comunidades quedaron como zona de guerra luego de los enfrentamientos entre los sicarios de mafias rivales que se disputan el control de ese territorio. Una decena de vehículos baleados y abandonados, de ellos cuatro monstruos, como se les conoce a los camiones de carga y camionetas con blindaje artesanal, ganado muerto por las balas perdidas, casas incendiadas y hasta un muerto esposado fueron hace doce meses los componentes que demostraban el suelo sin Ley en el que estaba convertido ese municipio.La ratificación de esa condición de zozobra y conmoción social vino la mañana después que se registró en Jalisco el primer desplazamiento de poblaciones de al menos siete poblados, entre ellos de El Saucito, Rancho Mayor, Rancho Santo, Los Pocitos, Los García, Agua Tinta y El Rosario que se trasladaron en su mayoría al municipio de Villa Hidalgo, donde los alojaron párrocos de la iglesia de ese lugar.Desde aquel enfrentamiento, que provocó el éxodo de sus comunidades por el miedo a los narco-pistoleros, que privan también de la libertad a jóvenes para reclutarlos por la fuerza a sus filas, los sobresaltos no han parado e incluso han llegado a otros municipios de la zona como Jalostotitlán, Tepatitlán y Villa Hidalgo.Por eso no sería extraño que el largo enfrentamiento del lunes vuelva a ahuyentar a los jaliscienses que habitan esas localidades que no han podido ser recuperadas por el Estado mexicano.Este enésimo desafío de las mafias a las corporaciones municipales, estatales y federales dejó ayer un saldo negativo para las fuerzas del orden, en esta ofensiva que inició al mediodía del lunes, cuando otra célula de sicarios agredió a policías municipales de Villa Hidalgo en un cerro cercano a la cabecera municipal, en el que también resultaron heridos otros cuatro miembros de la GN.A los integrantes de esta banda de delincuentes, que seguramente ya se saben cuidados por el gobierno mexicano, según ha recalcado desde la semana pasada el Presidente Andrés Manuel López Obrador desde su mañanera, no les importó disparar y matar a tres elementos de la Guardia Nacional. Ellos sólo tuvieron una baja en esa refriega que ahora rompió con la calma y provocó miedo en el poblado de San Gaspar de los Reyes, Jalostotitlán, donde terminó la persecución que inició en la comunidad de Rancho Nuevo en Teocaltiche. Habrá que ver, pues, qué piensan los más de 35 elementos de la GN que participaron en el operativo, y los 28 policías estatales que llegaron de apoyo, de lamentar la baja de tres de los suyos, que provocaron las milicias del narco a los que el líder de la 4T insiste en cuidar aunque se la pasen aterrorizando a civiles inocentes en cada vez más regiones del país.jbarrera4r@gmail.com
