“Hola, mi estimado Juan, qué gusto verte ¿dónde has andado?” -pregunta Memo.“Del tingo al tango -responde Juan-. Ya ves que las cosas se han ido complicando: me salieron unas chambas en Los Altos y no estamos para ponernos los moños…”.“¿Sigues construyendo?” -inquiere Memo.“Sí, no hay de otra, los muchachos cada vez necesitan más y hay que apoyarlos” -comenta Juan.“Pero ¿qué no salieron ya de la Universidad?” -pregunta Memo.“Sí, aunque no han logrado acomodarse. Tengo un médico y una licenciada en letras, y están buscando trabajo; si sabes de alguno, ahí te encargo, tú que andas en la grilla” -agrega Juan.“Fíjate que ya no sabe uno para dónde hacerse -explica Memo-. Si las cosas ya estaban difíciles, con la pandemia se pusieron color de hormiga… No sabemos cómo les irá a los muchachos…”.“Pues uno de los míos anda queriéndose ir a Canadá -dice Juan-. Finalmente, acabamos siendo del lugar donde chambeamos…”.“Ya no estamos para romanticismos, -afirma Memo y añade- pa’ que no se vayan al norte, mételos aunque sea de Siervos de la Nación… ¡ja, ja! … ¿Ya se te casaron?”.“¡No, hombre!... Los jóvenes ya no se casan: se arrejuntan y, con frecuencia, hacen bisabuelos a los papás de sus papás… ¡Qué enredijo! Je, je, luego te platico… Cambiando de tema… ¿qué te parece que hablemos de fútbol?” -sugiere Juan.“Solo que sea del europeo, porque la Liga Mexicana está para llorar” -comenta Memo.“No tanto -aclara Juan-. Mi Atlas ahí la lleva, pero tus Chivas, con el perdón del Profe Jorge Enrique, están pa’l arrastre”.“¡Órale! ¡Yo también soy rojinegro!” -riposta Memo.“Válgame Dios, pues a otra cosa, mariposa… -dice Juan y agrega- ¿Cómo te fue de Fiestas Patrias?”.“¿Cuáles?” -pregunta Memo con ironía.“¿Cómo cuáles? ¡Las que acaban de pasar!” -exclama Juan.“No llegaron ni a kermese… -explica Memo- inodoras, incoloras e insaboras… Lo más relevante fue que en la Ciudad de México quieren substituir, en el Paseo de la Reforma, la estatua de Colón por una cabeza olmeca (¿?) a propuesta de la señora Gutiérrez Müller, por cierto, de apellido alemán y esposa de ya sabes quién. ¡Semejante disparate! ¡Cómo si no hubiera otro lugar!”.“¿Sabes qué me preocupa, mi querido amigo?” -inquiere Juan.“No” -responde Memo.“La enorme confusión y el clima de encono que los gobiernos están propiciando en la sociedad: prender mechas es muy fácil…-comenta Juan- quieren crear en la gente la idea de que en el pasado todo se hizo mal, no hay nada bien: hay que destruirlo. El entorno urbano y los símbolos Patrios generan identidad: debemos respetar la Historia…¿Piensan que los mexicanos somos idiotas? Además, el manejo de la pandemia ha sido catastrófico; la educación, sin pies ni cabeza; el empleo, a la baja y de la seguridad, ya ni hablemos. La Guardia Nacional haciéndole el trabajo sucio al gobierno de EUA con los migrantes, la violencia imparable, los feminicidios al alza…No se vale…¿Qué país vamos a entregar a los jóvenes?”.