En silencio, como en una partida de ajedrez, Donald Trump se enfila a su objetivo: regresar y ocupar nuevamente la oficina oval de la Casa Blanca.Muy a pesar de que apenas la semana pasada -casi 11 meses después de la elección presidencial que perdió- el departamento de elecciones en Arizona confirmó la victoria de Joe Biden en el condado de Maricopa y la derrota de Trump -que representa un revés moral-, que ‘su partido’ -el Republicano- fallo en la intención de destituir al gobernador de California a través del proceso de revocación de mandato, que un libro que saldrá a la venta la próxima semana -escrito por una exfuncionaria de su administración- habla de un presidente envuelto en “arranques de ira” y que prácticamente ha desaparecido del radar político, Donald Trump está más vivo que nunca. Una encuesta nacional del Emerson College de Boston indica que si en estos momentos se enfrentarán en una elección Biden y Trump, el expresidente superaría ligeramente al titular demócrata. La diferencia es apenas de un punto porcentual (47% vs 46%), pero que es un fiel reflejo de la percepción de la gente en Estados Unidos. Entre los mismos demócratas, sólo una ligera mayoría colocaría a Biden en estos momentos como candidato para el 2024, inclinándose un sector muy importante en buscar una mejor opción y no poner en riesgo perder la Casa Blanca en los próximos comicios.Estamos aún muy lejos de la elección - casi tres años-, sin embargo, Jason Miller, uno de los más cercanos asesores de Trump, dijo que a pesar del silencio del expresidente “yo diría que entre 99 y 100 por ciento que se postulará en 2024”. Trump no ha confirmado, pero todos a su alrededor saben que es la intención. Recientemente Político publicó que “Trump está confiando a sus aliados que la intención de volver a postularse en el 2024 con una condición: que tenga un buen estado de salud. Eso significa que Trump se va a cernir sobre el partido Republicano, a pesar de sus intentos de cambiar de marca durante su exilio y su bloqueo de una investigación centrada en Trump sobre la insurrección de enero”.Y si en las elecciones del año pasado que Trump perdió en las urnas y en sus intenciones de anular o cambiar el resultado en algunos estados, los republicanos han logrado en varias entidades -en los últimos meses- cambiar las leyes electorales que en futuros comicios limitan la votación de minorías e interfieren con el recuento, por lo que “La próxima vez, con las piezas adecuadas en su lugar, Trump pudiera tener éxito”, escribió recientemente Jamelle Bouie, columnista de de The New York Times. Por su parte, la agencia de noticias Reuters publicó en un despacho que además de modificar leyes de administración de votaciones, los republicanos se han dedicado a reclutar candidatos que defienden las teorías de conspiración electoral para postularse como secretarios de estado y de condados, que son claves en la operación de los procesos electorales en las entidades.Así, en silencio y con un trabajo bajo el agua, Donald Trump enfoca su objetivo y tiene en la mira llegar a ser nuevamente el inquilino de la casa que se ubica en el 1600 de la avenida Pennsylvania en Washington. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net
