Viernes, 29 de Marzo 2024

¿Duermes menos? Calentamiento global puede afectar el sueño de las personas

Cada vez surgen más estudios sobre el impacto que tiene el calentamiento global en el planeta y las personas; el sueño es uno de ellos

Por: EFE

El Cambio Climático afectará las actividades más simples de las personas, como lo es el sueño. EFE/ARCHIVO

El Cambio Climático afectará las actividades más simples de las personas, como lo es el sueño. EFE/ARCHIVO

El cambio climático, además de tener grandes efectos negativos a gran escala, puede perjudicar actividades cotidianas como el sueño. Para 2099, científicos estiman que las altas temperaturas podrían disminuir entre 50 y 58 horas de sueño por persona y año. 

El aumento de temperaturas ambientales afecta negativamente el sueño de los seres humanos de todo el mundo, pero el efecto es mucho mayor para las personas que habitan en países con menores ingresos, así como en los adultos mayores y las mujeres, señala un estudio dirigido por la Universidad de Copenhague, y que publica la revista One Earth. 

En noches calurosas de más de 30 grados centígrados, el sueño disminuye una media de algo más de 14 minutos, sugiere el estudio. 

"En este estudio, aportamos la primera prueba a escala planetaria de que las temperaturas más cálidas que la media erosionan el sueño humano", puntualizó el primer autor de la investigación, Kelton Minor, de la Universidad de Copenhague.

Ese efecto se produce principalmente al retrasar el momento en que las personas se duermen y al adelantar el momento en que se despiertan cuando hace calor. Por lo que la probabilidad de dormir menos de siete horas, aumenta a medida que las temperaturas suben. 

Los investigadores utilizaron datos globales anónimos sobre el sueño recogidos a partir de pulseras de seguimiento del sueño basadas en acelerómetros. Los datos incluían 7 millones de registros de sueño nocturno de más de 47.000 adultos de 68 países.

Durante la noche, nuestro cuerpo desprende calor al entorno circundante, dilatando nuestros vasos sanguíneos y aumentando el flujo de sangre hacia las manos y pies y, para ello, el entorno circundante debe estar más frío que nosotros.

Los investigadores descubrieron que, en condiciones de vida normales, las personas parecen adaptarse mucho mejor a las temperaturas exteriores más frías que a las más cálidas.

"En todas las estaciones del año, en todos los grupos demográficos y en diferentes contextos climáticos, las temperaturas exteriores más cálidas erosionan sistemáticamente el sueño, y la pérdida de sueño aumenta progresivamente a medida que aumenta la temperatura", indicó Minor.

En el futuro, el equipo quiere colaborar con científicos especializados en el clima mundial, investigadores del sueño y proveedores de tecnología para ampliar el alcance de los análisis globales del sueño y el comportamiento a otras poblaciones y contextos. 

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