Eclesiásticos con alma revolucionaria

GUADALAJARA, JALISCO (29/NOV/2012).- Del haz de problemas que aquejan a México desde el inicio del sexenio, a Emiliano Ruiz Parra lo aguijoneó el tema de la crisis de los derechos humanos en el país y los personajes que se emanciparon para denunciar y combatir este brete nacional.

En su libro Ovejas negras, Rebeldes de la Iglesia mexicana del Siglo XXI (Océano, 2012), Ruiz Parra retrata a curas como Sergio Méndez Arceo, Samuel Ruiz García, Alejandro Solalinde, Pedro Pantoja, Raúl Vera López, Carlos Rodríguez, José Barba, Manuel Marinero, Lauro Macías Raygosa, Saraí Bautista y el poeta Javier Sicilia.

Durante una entrevista con este medio, el periodista resaltó la participación de estos disidentes ante el Estado mexicano y ante la jerarquía eclesiástica, pues han sido tozudos en su postura frente a la crisis de los derechos humanos y la han denunciado. Han ido en contra del discurso del Presidente que trataba de encubrir ese problema, al poner a la población en una disyuntiva maniquea de estar con la Patria o en contra de ella.

Los personajes que participan en contra del problema están claros en la mente del autor: Javier Sicilia, Alejandro Solalinde, Pedro Pantoja y Raúl Vera, cuya emergencia y notoriedad pública no hubiera sido posible sin la crisis de derechos humanos.

"Ellos surgen como una reacción a esa crisis, reivindicando a los familiares de las víctimas y otros a los migrantes, pero es una respuesta a esa crisis".

Hace seis años, Emiliano Ruiz Parra presenció la toma de protesta de Felipe Calderón. A seis años de distancia, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), subraya la acumulación de paradojas que se sumaron en el trayecto del gobierno panista, pues la preocupación por intervenir en el problema de los derechos humanos fue asumido por personajes que juraron lealtad a la Iglesia cuando la izquierda se hizo a un lado.

La idea del libro nació el 6 de abril de 2011 cuando trabajando como reportero independiente para la revista Gatopardo, el editor Guillermo Osorno le pidió a Ruiz Parra ver qué pasaba con la marcha que el poeta católico y místico Javier Sicilia encabezaría en Cuernavaca, una ciudad poco movilizada y con una combinación de clases medias y campesinos con exigua pujanza política.

En los días posteriores observó que al poeta lo apoyaban curas como Solalinde y Raúl Vera. Se dio cuenta que la movilización social en México estaba cambiando. No era la izquierda tradicional ni López Obrador. Era un fenómeno nuevo y había que entenderlo.

Ruiz Parra criticó respetuosamente los errores del poeta que "fascina, seduce y también decepciona". Le llamó la atención que Javier Sicilia era un hombre que entraba en la política sin el uniforme y sin los lugares comunes que usan los políticos para no equivocarse; pero cometió pifias políticas graves, pues consideró que es un hombre autoritario al que no le gusta la autocrítica y que está invadido por culpas.

"Creo que se equivocó en su línea; desperdició la movilización social. Su línea fue: 'Yo soy capaz de convencer a Calderón de que se equivocó' y eso es una ingenuidad. Calderón le doró la píldora con algunas palabritas del evangelio y después lo traicionó'".

Para su número, su formación y sus recursos, afirmó que las contribuciones de las "ovejas negras" han sido "fabulosas", porque son una minoría que ha podido tocar las fibras de los jóvenes, que tan esquivos se habían mantenido ante la situación política del país.

"Yo creo que sí han cambiado al país. Están dando un testimonio de que se puede hacer política de otra manera y sobre todo es un testimonio muy alentador para los jóvenes, porque son viejos con corazón de jóvenes, con energía de jóvenes".

**Emiliano Ruiz Parra habla de su libro Ovejas negras, rosario de perfiles de la Iglesia que pugnan por arreglar la crisis de derechos humanos

AGENCIA INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI