Cultura | Es uno de los pocos españoles que pesa en el mercado mundial del arte Miquel Barceló toma posesión de Aviñón El catalán toma posesión desde fines de junio hasta setiembre, de tres de los lugares más emblemáticos de Aviñón donde reúnen sus colecciones de arte contemporáneo Por: AFP 26 de junio de 2010 - 09:17 hs Barceló nos ofrece en esta trilogía titulada 'Terramare' unas 400 obras. ESPECIAL / AVIÑÓN, FRANCIA (26/JUN/2010).-El catalán Miquel Barceló toma posesión, desde fines de junio hasta setiembre, de tres de los lugares más emblemáticos de Aviñón (sur de Francia), que por primera vez propuso a un artista ocupar la ciudad que fue capital de la cristiandad en el siglo XIV. El Palacio de los Papas, el edificio gótico más grande de Europa, la Colección Lambert, que reúne una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes de Francia, y el museo del Petit Palais, abrieron las puertas a Barceló, uno de los pocos españoles que pesa en el mercado mundial del arte. "Barceló nos ofrece, en esta trilogía titulada 'Terramare', unas 400 obras", indicó el comisario de las exposiciones, Eric Mézil, en un recorrido por la colección Lambert, que reúne diez años de su creación pictórica, y por el palacio papal de Aviñón, que expone máscaras, bronces y esculturas de yeso. "Y para el museo del Petit Palais, Barceló escogió obras góticas de Mallorca, que no han salido de España desde la Edad Media, y que han influido, marcado mucho su obra, donde también hay una muy fuerte presencia de la cultura Dogón, de Malí, donde vive parte del tiempo", agregó. Un elefante colosal de nueve toneladas, en equilibrio sobre su trompa, se erige ahora frente al Palacio de los Papas, cuya gigantesca Gran Capilla acoge un centenar de obras creadas especialmente para este espacio por el artista, que vive entre su Mallorca natal, París y Mali. Lo que estimuló a Barceló a aceptar el reto de ocupar Aviñón, y en particular la Gran Capilla del palacio papal, no sólo fue el "espacio impresionante, donde no hay más que piedra", sino que en 1970, tres años antes de morir, Pablo Picasso expuso allí obras que provocaron críticas violentas. "Más que un reto, la memoria de la exposición de Picasso fue un estímulo. Fue la primera vez que yo vi imágenes de una exposición que me impresionaron", cuenta Barceló, en una breve pausa, al terminar de instalar las tres exposiciones, que se inauguran el domingo. "Me acuerdo que me indigné al leer las críticas en España, que trataron a Picasso de 'viejo chocho' y lo describieron como un viejo pintor obsesionado con las tetas, el sexo", dijo Barceló, señalando que "mucha de la intelectualidad parisina de la época" se burló del artista malagueño. "Fue mi generación de los años '80 la que reivindicó al Picasso del último período como autor de grandísimas obras maestras", subrayó. Barceló indicó que para instalar en la Gran Capilla papal sus máscaras y esculturas había usado las mismas sacristías y altares utilizados por Picasso, e incluso los mismos agujeros de donde colgaron en 1970 sus lienzos. "Me fijé en los clavos, en los agujeros que quedaban en las paredes de la exposición de Picasso, y pensé que como yo tenía esta multitud de cabezas, pues que estaría muy bien que ocuparan esos agujeros", dijo. Otro capítulo de esta alucinante trilogía tiene como escenario un hermoso palacio del siglo XVII, sede de la Colección Lambert, que ha reunido lienzos, esculturas y pinturas en papel creadas en los últimos diez años por Barceló, la mayoría de las cuales no ha sido nunca exhibida, indicó Mézil. Titulada "Terra Mare" (una metáfora de Mare Nostrum, término que englobaba el mundo bañado por el mar Mediterráneo), la muestra en este museo que es propiedad del galerista Yvon Lambert, el descubridor en Francia de Barceló, incluye una serie de retratos de albinos africanos, ejecutados con lejía concentrada en papel negro. La muestra acaba con un autorretrato, muy negro. "Es lo que pinté hace muy poco, por eso es la conclusión de la exposición. Pero algo más vendrá, sería un poco triste que me quedara con el negro absoluto", dijo Barcelóe. La exhibición incluye también una serie de retratos de artistas en la vejez, entre ellos uno del artista francés Pierre Auguste Renoir, que cuando ya no podía pintar pedía a su hijo que le amarrara el pincel a la mano. "Es como un exorcismo. Me fijé que cuando Picasso cumplió 70 años pintaba mucho a Rembrandt viejo, un poco para no pintarse a sí mismo. Prefería ver los signos de la vejez en el otro, no en el mismo. Yo creo que debe ser una forma de exorcismo". "Pero yo no sé hablar mucho de esas cosas, es un poco un tema tabú para mí. Pero el paso del tiempo es fatalmente el tema de toda obra de arte". El artista señaló que la literatura, y en especial el gran filosofo mallorquín del medioevo, Raymond Lull, están muy presentes en su obra, y que lee y relee a varios escritores latinoamericanos, entre ellos al mexicano Juan Rulfo y al cubano José Lezama Lima, autor del maravilloso libro "Paradiso". Temas Artes Plásticas Exposiciones Francia Miquel Barceló Lee También Benito Santos entreteje el presente de la moda en Jalisco Alejandro Gou marca tendencia en la cartelera Escucha a "Ashley Pezzotti and Her Trio" en el Conjunto Santander de Artes Escénicas Paco Padilla celebra toda una vida del “Canto Tapatío” Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones