GUADALAJARA, JALISCO (24/ABR/2017).- La escena es ya conocida para los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara: una carpa para resguardarse del Sol, poblada en la mitad trasera por una serie de mesas pletóricas de libros, en la otra mitad filas de sillas con personas atendiendo a la lectura en voz alta. Uno tras otro, al frente los lectores dan nueva vida a las palabras en la página; en ocasiones con titubeos por los nervios de hallarse al frente de un centenar de personas, sí, pero siempre con la pasión compartida de la lectura, donde el escritor Fernando del Paso se hizo presente.Se trata de la celebración del Día Mundial del Libro, un momento especial en el que la lectura vuelve a la oralidad.Homenajeando el triple aniversario luctuoso de Garcilaso de la Vega, Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare, la UNESCO instauró en 1996 el 23 de abril como la fecha para promocionar la lectura. En Guadalajara, la Feria Internacional del Libro (FIL) comenzó en 2002 la tradición de la lectura en voz alta en espacios públicos. Juan José Arreola, Julio Cortázar, Mary Shelley y Jorge Luis Borges han sido algunos de los autores cuya obra ha sido festejada: el formato es el de lectura continua, con voluntarios que prestan su voz durante unos minutos para hilvanar los cuentos, novelas y poesía en una lectura polifónica.Lo que arrancó en el Centro de Guadalajara pronto se mudó a la Rambla Cataluña, a un costado del Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, frente al edificio administrativo de la máxima casa de estudios del estado. Por ser en domingo, esta edición en el 2017 atrajo también al público de la Vía RecreActiva, con ciclistas, corredores y paseantes que voltearon sus ojos a la actividad para redescubrir la literatura.La presencia del rockstar de las letrasLos lectores que atendieron al llamado tuvieron un rango de edad desde la infancia hasta la tercera edad. Entre todos ellos, uno que llamó la atención fue el escritor Fernando del Paso, de 81 años de edad: el 23 de abril de 2016, Del Paso recibía en España el Premio Cervantes. El autor de “Noticias del Imperio” subió al estrado en su silla de ruedas, ataviado con un vistoso saco rosa. En su participación breve, de poco más de dos minutos, relató el cuento número 22. Con una entereza, al final agradeció los aplausos.En una tradición que se cruza con los usos y costumbres de Cataluña, como la Rambla, la actividad cuenta con el obsequio de libros y rosas. Tras su participación, a cada lector que subía al estrado para entonar los cuentos del recientemente fallecido Ignacio Padilla, el equipo de la FIL le regalaba un ejemplar de “Inéditos y extraviados” (cortesía de la editorial Océano) y una flor roja (cortesía del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UdeG).El homenaje y cifrasIgnacio Padilla, autor originario de la Ciudad de México, fue amigo y colaborador de la FIL al coordinar el Encuentro Internacional de Cuentistas desde 2010, hasta su muerte sucedida en agosto pasado. Para honrar su memoria y talento en las letras, la feria decidió dedicar su lectura pública este 23 de abril a Padilla. La selección de cuál libro de este autor se leería fue por votación pública, donde también se incluyeron los títulos “Arte y olvido del terremoto” y “Los anacrónicos y otros cuentos”.En el lugar se montó el ya también tradicional mercado de editores y librerías locales: la oferta incluyó libros usados, novedades de las casas editoriales locales y revistas universitarias (Luvina de la UdeG y Magis del ITESO, con ejemplares gratuitos de sus números pasados). Con los cuentos de Padilla como “música” de fondo, lectores y curiosos escudriñaron entre las mesas donde se colocaron centenares de libros a la venta. En el sitio se comercializaron desde ediciones económicas con un valor de 20 pesos hasta colecciones completas de libros con precios de más de mil pesos. Contiguo a los puestos, los organizadores colocaron el “Laboratorio de Cuentos”, con seis máquinas de escribir disponibles para los asistentes.En total, en esta jornada dominical los tapatíos que compartieron la lectura en voz alta fueron casi medio millar (460). La actividad se replicará durante la semana que inicia, en más de 60 sedes del Sistema de Educación Media Superior de la UdeG.