Aficionados se rinden a los pies del Tricolor campeón

- Rinden pleitesía a los campeones
- Giovani Casillas vive el sueño de su vida

CIUDAD DE MÉXICO (12/JUL/2011).- El domingo por la noche miles de mexicanos se fueron a la cama con una sonrisa en el rostro, aún vibrando por los festejos del campeonato mundial Sub-17 que el Tricolor logró, pero al despertar vino un sentimiento aún más grande, darse cuenta que no era un sueño y que era momento de gritar a los cuatro vientos que México era bicampeón.

Es por eso que salieron a las calles a celebrar con los jugadores, quienes a bordo de un autobús descubierto se dejaron consentir por los casi 10 mil aficionados que siguieron muy de cerca los festejos en el recorrido desde su hotel de concentración hasta El Ángel de la Independencia, en pleno corazón del Paseo de la Reforma.

Con una playera de la Selección y pintados los colores de la Bandera Nacional en la mejilla, un pequeño aficionado de nombre Jorge Luis Hernández Acosta, avanzaba emocionado junto con su mamá por el Paseo de la Reforma y seguían de cerca al turibús donde iban sus ídolos.

“Siempre pensé que iba a ganar y que iba a llegar a la final”, dijo Hernández, de 11 años.

El triunfo del Tricolor Sub-17 sirve de inspiración a la gran cantidad de niños que estuvieron presentes en el recorrido y quienes desde ahora tienen la ilusión de repetir el éxito que lograron los dirigidos por el “Potro” ante Uruguay.

Posteriormente, la Selección visitó al Presidente Felipe Calderón en Los Pinos, donde el Mandatario aseguró “estoy convencido de que México no va a ser el mismo que antes después de este campeonato del mundo”.