Sofoles están a días de extinguirse

CIUDAD DE MÉXICO (16/JUL/2013).- Llegaron a ser un jugador muy importante en el otorgamiento de crédito en México, cuando los bancos estaban en plena crisis a mediados y finales de los 90. En sectores como el hipotecario y automotriz, su cartera fue incluso mayor que la de la banca comercial. Hoy las sociedades financieras de objeto limitado (sofoles) están a unos días de extinguirse.

En julio del 2006, la autoridad decidió desregular el otorgamiento de crédito en el país, con lo que puso fecha a la desaparición de las sofoles: el 19 de julio del 2013 es el último día que éstas pueden funcionar como tales. Al mismo tiempo, se gestó otra figura: las sociedades financieras de objeto múltiple entidades no reguladas (sofomes ENR).

Las sofoles surgieron la víspera de la firma del TLCAN en 1993. Era un requerimiento para México contar con figuras financieras similares a los Non-Bank Banks para poder ingresar al acuerdo, fue así que emergieron.

Expertos del sector bancario, como Víctor Manuel Requejo, antiguo director de Hipotecaria Nacional, una de las sofoles más importantes, y ahora del nuevo Banco Inmobiliario Mexicano, vieron ahí una oportunidad importante de negocio, pues esta nueva figura sería fuertemente apoyada por la banca de desarrollo, y se aventuraron a crear sus propias sofoles.

La característica principal es que estaban enfocadas a atender la demanda de crédito en sectores específicos como el agropecuario, hipotecario, automotriz y de consumo. Estas condiciones y la crisis por la que atravesaron los bancos a mediados y finales de los 90, que representó una disminución importante del crédito, detonaron un fuerte crecimiento de las sofoles entre 1999 y el 2006, tiempo en el que prácticamente dominaron el sector del financiamiento hipotecario.

En el segundo trimestre del 2006, las cerca de 120 sofoles existentes en ese momento tenían activos superiores a los 210,000 millones de pesos. Al cierre del 2012, ya en el ocaso de estas entidades, el monto de las 18 registradas apenas era superior a los 32,000 millones de pesos.

Edgar Juárez
 
edgar.juarez@eleconomista.mx

El Economista