El metal se apodera de Calle 2

GUADALAJARA, JALISCO (10/MAY/2015).- Este sábado se realizó la primera edición en Guadalajara del Force Metal Fest, originario del DF. Con un cartel que incluyó a muchos subgéneros del metal, el festival convocó en la Calle 2 a más de cinco mil personas.
 
La cita fue al mediodía, conforme avanzó la tarde el número de asistentes fue creciendo para ver a los estelares del cartel: Brujería, Inquisition, Grim Reaper, Overkill, Carcass y Death Angel fueron ovacionados, pero sin duda el mejor regalo que la audiencia le puede desde a un grupo de metal es bailar su música con el clásico slam.

El slam es quizá más manera más amable de darle de codazos al prójimo y empujarlo con toda la fuerza en medio de gritos; pero de ningún modo se busca agredir al otro. Al contrario, en el Force Metal Fest cuando alguien cayó al suelo todo el slam se detuvo, los más cercanos ayudaron al accidentado a reincorporarse; ya de pie comenzó de nuevo el slam.
 
Al final del "set" de Inquisition un par de metaleros se hincaron en medio de la zona de slam, en parte como el fin del ritual de la música, en parte para recuperar energías.
 
La logística del festival dividió a los grupos en tres escenarios: uno pequeño dentro de una de las bodegas de Calle 2, uno más en el Ágora, y el principal al aire libre. El área más cercana al escenario estuvo reservada para quienes compraran boletos preferentes.
 
Debido a la diversidad del cartel, entre el público se apreció una amplia gama de asistentes: desde los metaleros más próximos al dark hasta los metaleros de la vieja escuela. En mejor medida también se vieron familias completas con hijos pequeños.
 
Judas Priest
 
Luego de la enérgica presentación de Carcass, que culminó con las actividades en el escenario montado en el Ágora de Calle 2, vino el momento estelar de la noche, con el concierto de Judas Priest.
 
Después de la música ambiental en las bocinas del escenario principal, sonó un clásico de Black Sabbath con mayor volumen, lo que auguraba que la música en vivo estaba por comenzar. Tras "War Pigs", los músicos Glenn Tipton, Ian Hill, Scott Travis y Richie Faulkner subieron al escenario, para por último recibir a Rob Halford, el emblemático vocalista de la banda.
 
Vestido con una chamarra de cuero, lentes obscuros y su inconfundible calva, Rob entonó la primera canción, "Dragonaut", para luego abandonar el escenario y volver enseguida, ya con otro atuendo. Así lo hizo durante todo el espectáculo, donde lució una amplia gama de chamarras metaleras: de cuero, con estoperoles y de mezclilla. Algunas de ellas con inscripciones en la espalda, como "Metal God" o "Judas Priest".
 
Luego de haber cantado las primeras canciones, Rob saludó a la audiencia con un gustoso "Priest is here": agradeció el apoyo a este tipo de festivales que difunden el metal. Aseguró que escuchó a varias bandas que tocaron antes, y se dijo contento por regresar a Guadalajara a cantar.
 
Habiendo cumplido con el protocolo del saludo, Judas Priest prosiguió con los temas clásicos, como "Love Bites", pero también con temas de su más reciente álbum, como "Redeemer of Souls". Por supuesto, no pudo faltar la popular "Breaking the Law".
 
Ya con el concierto muy avanzado, Judas Priest tocó "Hell Bent for Leather", canción que sorprendió a todos los presentes, pues Rob volvió al escenario montado en una motocicleta, a propósito de la letra de la canción. Sobre ella cantó todo el tema, y el vehículo se quedó en medio del escenario durante el resto del concierto. Una breve pausa de todos los músicos cerró el "set", para dar paso al "encore", que estuvo conformado por cuatro temas más: "Electric Eye" y "You've Got Another Thing Comin'" fueron los primeros, pero todos la pedían a gritos: "¡Painkiller! ¡Painkiller!", y Judas Priest  no podía negarse. Luego del gran clásico sonó "Living After Midnight", que marcó, entonces sí, el final de la presentación.

PARA SABER

Más que música

Además de la música, el Force Metal Fest contó con un área de venta de discos, playeras, parches y demás souvenirs con el metal como protagonista. En la zona de comida estuvieron tres motos de colección para que los metaleros se subieran y de tomaran la foto del recuerdo.

Problemas con la aduana
 
La música soportó problemas inesperados, como el del quinteto Exhumed, que se presentó como cuarteto luego de que su vocalista fuera detenido en aduana. Pasó varias horas en detención y no alcanzó a llegar al concierto. "Esperamos volver pronto y ahora sí tocar completos, nuestro vocalista es bueno, de veras", bromearon los integrantes del grupo.

Otro detalle en el festival fue que el público en la parte más alejada de un escenario escuchaba no sólo al artista que quería oír en ese momento, sino también al grupo en el otro escenario.

INFORMADOR / Jorge Pérez Gómez