Jueves, 19 de Diciembre 2024
Entretenimiento | Trabaja en darle forma Little boy

Verástegui cumple sus sueños

En la cinta que actualmente se rueda en Baja California, el actor reúne un elenco internacional

Por: EL INFORMADOR

Little boy, que cuenta la historia de un pequeño niño que desea reencontrarse con su papá que se ha ido a la guerra. EL UNIVERSAL  /

Little boy, que cuenta la historia de un pequeño niño que desea reencontrarse con su papá que se ha ido a la guerra. EL UNIVERSAL /

MORELIA (23/OCT/2011).- Para Eduardo Verástegui encontrarse frente a un reto que en apariencia luce imposible no supone un factor de estrés, sino de oportunidad. Convertido en actor y productor de cine, se encuentra ahora levantando un proyecto que en su momento le decían que sería “imposible de hacer en México”: Little boy, un drama con actores estadounidenses cuya ambiciosa propuesta visual y de guión busca convertirse en un hit en la taquilla.

Actualmente Little boy se encuentra en etapa de filmación en Rosarito, Baja California, bajo la dirección del realizador mexicano Alejandro Monteverde y con Emily Watson, David Henrie, Tom Wilkinson, Kevin James, Michael Rapaport y el niño Jakob Salvati. El propio Verastegui (encarnando a Crispín) también actúa y de paso produce la película.

En Little boy se cuenta la historia de un pequeño niño que desea reencontrarse con su papá, quien ha dejado el hogar para marchar a la guerra. La trama se ubica en Estados Unidos, aunque la totalidad delos exteriores se está realizando en México.

“El alma de una película es el guión”, explica Verástegui, quien presentó un adelanto de esta película en el Festival Internacional de Cine de Morelia. “Alejandro Monteverde estuvo cuatro años trabajando el guión junto con Pepe Portillo 15 horas cada día. Es una trama muy interesante, con muchos matices y muy profunda a la vez. Eso es lo que me motivó a producir esta historia y no otras que tenía sobre la mesa”.

Un elenco de ensueño


El pilar de la trama de Little boy recae en los hombros del pequeño Jakob Salvati, un “garbanzo de a libra” que encontró la producción de la cinta tras un prolongado proceso de audiciones. “Encontrar al niño fue lo más difícil, recuerda el histrión, porque el pequeño carga con la película, en su corazón, nace y crece en ella. Vimos más de 100 niños entre seis y siete años, todos con una chispa, pequeños angelitos, lo que volvió el proceso muy complicado, pero cuando vimos a Jakob todos pensamos que habíamos encontrado al perfecto. Y ojo, que no había actuado antes ni había tomado ningún tipo de taller de actuación, es un pequeño con un don muy especial”.

Pero si encontrar a la estrella fue complejo, conformar el elenco fue todavía más complicado, reconoce el histrión, pues “muchos actores no querían venir a filmar a México y eso me rompió el corazón, porque me duele que se tenga una imagen así de mi país, además de que era imposible para nosotros rodarla en otro lugar. En Estados Unidos por ejemplo nos hubiera costado 50 millones de dólares, lo que hubiera sido imposible de hacer”.

Un largo proceso de convencimiento, además de descartar a varios actores que no quisieron venir, terminaron por depurar al equipo de trabajo, estableciendo de paso el costo final de la película. “El presupuesto aquí va a terminar en 27 millones de dólares incluyendo la postproducción. De todo eso, unos 14 ó 16 millones se quedarán en nuestro país, que creo que es lo más importante”.

A la altura de los mejores

Si bien la decisión de rodar en nuestro país ayudó a abatir los costos, Eduardo Verástegui reconoce que tuvieron que vencer un tabú para poder rodar en los Estudios Rosarito, que han estado durante años en el semiabandono, luego de ser considerados uno de los mejores lugares para trabajar en México. “Los Estudios de Rosarito son de los mejores que hay en el mundo. Cuando buscamos locaciones en México visitamos varios lugares y fue allí donde mejor nos sentimos y donde encontramos la mejor infraestructura, además de que Baja California se ha portado fantástico, desde el gobernador, la Secretaría de Turismo del estado hasta los mil 500 extras que participan en la película”.

La semilla que ha sembrado el artista y productor ya comienza a reflejarse, pues explicó que “Robert Redford está en pláticas para ir a rodar a Rosarito tras nosotros. Creo que la confianza está allí, de vuelta”. El actor explicó también que “una película tiene la posibilidad de levantar y animar a una comunidad que está oprimida, en este caso los latinos”.

Verástegui anunció: “terminamos la filmación de Little boy el 15 de noviembre la filmación y luego vendrán seis o siete meses de edición. Lo que trajimos a Morelia son apenas una escenas que no necesariamente terminen en la película al final. Queremos traerlo aquí porque en su momento también estrenamos Bella”.

''Soy un soñador y siempre he sido una persona que busca alcanzar sus metas.''
Eduardo Verástegui, actor y productor

EL INFORMADOR / Juan Francisco González Rodríguez

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