Lector conmovido regala despensa a familia de escasos recursos

GUADALAJARA, JALISCO (10/ENE/2015).- "Que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda", dijo el señor V. cuando se dirigía a llevar una despensa a una mujer de escasos recursos cuya historia, publicada el 26 de diciembre en este medio, lo conmovió. El hombre se enteró que como regalo navideño para su familia, Norma Valencia juntó dinero para comprar carne para cenar, un lujo casi anual para ellos; también supo de la historia del hombre (que aparece en la misma nota) que se avergonzó de no poder comprar una tablet y un celular que le pidieron sus dos niños.

Tras leer la historia el señor V. decidió organizar una cooperación en la empresa donde trabaja, una mueblería en Tlajomulco. No es mucho lo que gana, por lo cual no tenía mucho de dónde ayudar económicamente a estas personas.

Fueron alrededor de 30 compañeros quienes sí se animaron a cooperar para su causa; sin embargo no juntó mucho, sólo mil 350 pesos y eso porque algunos de los más pudientes le dieron 150 pesos; la mujer del aseo sólo pudo aportar 4.50 pesos, así que él piensa que ella fue la que más se sacrificó.

Con el dinero compró la tablet de 800 pesos y el celular de 350 para los dos niños de la historia, lo malo es que aún no los encuentra. El resto fue para comprar la despensa, pero como sobró poco ajustó de su bolsa para comprar más.
 
 Empleada desafortunada

Norma Valencia es una empleada doméstica que vive en la colonia Mesa de los Ocotes, en Zapopan. Su reducida casa sólo tiene dos cuartos, uno de los cuales hace las veces de sala, cocina y comedor; el otro es la recámara donde duermen nueve personas, incluidos cinco niños: dos hijos propios y tres nietos.

La mañana de este sábado el señor V. pidió permiso a su empleador para llevar la despensa: "Mi patrón me dijo que cuando ayude a alguien siempre va a haber más que también tienen necesidad, por eso se debe elegir al menos a una persona pero que sea luchona, que también se esfuerce".

Como Norma trabajó el sábado, tuvo que buscarla pero finalmente la localizó. Agradecida y en confianza, la parlanchina mujer le contó que las autoridades le quieren quitar a sus dos hijos, por eso nunca los deja solos, para no dar motivos de que se los lleven como ya lo hicieron una vez.

Ahora, hace lo que puede para mantenerlos. Con buenas calificaciones, en Navidad sólo les llegó un par de tenis a cada uno, y un par de bicicletas, descompuestas...

Ya con la ayuda de la despensa Norma tal vez pueda juntar los 600 pesos que le cobran para arreglarlas para sus hijos Jorge Salvador y José Juan.

Ya con tiempo o con más ayuda podrá comprar el cilindro de gas y la estufa que los del DIF y Derechos Humanos le piden que compre como uno de los requisitos para no llevarse a sus chiquillos.

El señor V. también pidió algo: fiel a su creencia, solicitó no divulgar su identidad ni el nombre de su trabajo, pues también quiso mandar un mensaje a los políticos que en lugar de ayudar se promocionan y gastan miles de pesos en eso, quienes además cuando hacen una buena obra lo anuncian para "salir en la foto", con poco o nulo interés en el prójimo. Ah, y también para los compañeros que no le quisieron cooperar.


¿Recuerdan la historia de Navidad de los Rubio? ¡Ayúdanos a encontrarlos!

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