Vecinos rescatan arroyo en Tonalá

-El Azul, arroyo de agua limpia en la metrópoli

TONALÁ, JALISCO (21/AGO/2011).- El Río Azul era como cualquier otro de la ciudad: por él dejó de correr agua limpia hace un par de décadas. Pero los vecinos de Loma Dorada, en Tonalá, se organizaron y en 2009 lograron que desde el punto donde nace, hasta 300 metros aguas abajo, el afluente no recibiera descargas urbanas.

Aunque es un tramo pequeño, es prácticamente el único arroyo con agua limpia que existe en medio de la urbanización, gracias a que dejó de recibir descargas de aguas negras, después de una larga gestión del Colectivo Tonalá  (integrado por alrededor de 300 vecinos) con el Ayuntamiento tonalteca y con otras dependencias, como la Procuraduría de Protección al Ambiente.

El gerente técnico del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), Carlos Hernández, comenta que le sorprende el descubrimiento de un arroyo que se encuentra dentro de los parámetros permitidos de calidad del agua en la cuenca de Osorio, pues no tenía noticia al respecto. “Seguro está limpio en el punto donde nace, cuando comienza a conformarse, y ahorita en lluvias tiene algún escurrimiento que le ayuda bastante”.

Resalta que en las principales cuencas de la ciudad, El Ahogado y Atemajac, los afluentes se entubaron (como el Río San Juan de Dios, que ahora corre por debajo de la Calzada Independencia) o se construyeron encima calles.

“En la cuenca de Osorio sí tenemos registradas zonas donde podríamos recuperar cauces. También por la zona de Plaza Patria, por el Club Atlas, donde hay un arroyo alimentador de los manantiales de Los Colomos. Hay algunos puntos que podrían rescatarse y que están en los programas del Promiap (Programa de Manejo Integral de Aguas Pluviales)”, dice el ingeniero Carlos Hernández.

El Colectivo Tonalá pide que se reconozca al Azul como un ecosistema de importancia regional y que se respete la zona federal del arroyo, pues actualmente se quiere construir un estacionamiento para un gimnasio.

El sitio donde nace el arroyo está rodeado por aproximadamente media hectárea sin urbanizar, a la cual los vecinos le dan mantenimiento: podan el césped, plantan árboles y vigilan que no llegue basura ni aguas negras.

Los integrantes del Colectivo consideran que este logro es un proceso de resistencia social y que puede replicarse en cualquier colonia. El requisito es organizarse.