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Suplementos | Por Javier Audirac

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Eterno Jeff

Por: EL INFORMADOR

Jeffrey Scott Buckley, un músico inolvidable de la década de los noventas.ESPECIAL  /

Jeffrey Scott Buckley, un músico inolvidable de la década de los noventas.ESPECIAL /

GUADALAJARA, JALISCO (07/AGO/2010).- El tercero en la lista de inolvidables artistas noventeros es el californiano Jeffrey Scott Buckley, mejor conocido como Jeff, que se fue poco después de abordar su tercera década de existencia; a 13 años de distancia su legado continúa inspirando a más de uno y su rango vocal sigue siendo incomparable.

Hijo único del sensacional Tim Buckley, comenzó su tránsito musical en los años ochenta, tocando guitarra en grupos de reggae y heavy metal, siempre como soporte, hasta que un viaje a Nueva York cambió su espectro, el acercamiento a nuevos sonidos, el efecto de estar en la capital del mundo.

Su primer y único álbum, Grace (1994), puede considerarse uno de los más trascendentales del siglo pasado, impecablemente producido por Andy Wallace -responsable nada menos que del Nevermind (1991), de Nirvana, y el Dirty (1992), de Sonic Youth-. Diez temas que transcurren elocuentes al tiempo de su lanzamiento, un cúmulo de influencias bastante tangibles, de Led Zeppelin a Fugazi, John Cale a Van Morrison sin caer en el plagio oportunista, y la maravillosa recreación del “Hallelujah” de Leonard Cohen (también reversionada por Rufus Wainwright años después). Un grupo compacto y contundente acompañando, Mick Grondahl (bajo), Matt Johnson (batería) -no confundir con el irlandés líder de The The-, su fiel amigo Gary Lucas en la guitarra en los temas “Mojo Pin” y “Grace”, y la colaboración con Michael Tighe -con quien hizo comparsa en su primera estadía en NY- en “So Real”. Entre los fanáticos más recalcitrantes del disco encontramos a Bob Dylan, Robert Plant, Jimmy Page, David Bowie, Lou Reed y Chrissie Hynde.

Múltiples presentaciones en Europa, Australia y Norteamérica, hasta la grabación de las sesiones de lo que sería su segundo material discográfico que nunca fue terminado al mando de Tom Verlaine -líder del legendario grupo Television-,  tentativamente llamado My Sweetheart the Drunk, cuando la tarde del 29 de mayo de 1997 encontrándose en Memphis, Tennessee, para terminar el álbum, se dirigió a nadar al Wolf River para sumergirse y nunca más volver, cuenta el mito urbano que se zambulló con las botas puestas a la vez que tarareaba “Whole Lotta Love”, de Zeppelin. La autopsia reveló saldo blanco, no había rastros de alcohol ni estupefacientes en la sangre, se ahogó por el puro gusto de hacerlo.

En 1998 salió al mercado el álbum doble Sketches from My Sweetheart the Drunk, el primer disco presentó el material que ya estaba listo para publicarse, el cual no era del completo agrado de Buckley, y el segundo, una serie de tomas alternas, demos y un tema en vivo.
Después una serie de álbumes en vivo, colaboraciones, tributos, recopilaciones y todo lo imaginable para mantener la llama encendida entre los miles de seguidores en todo el mundo. Se recomienda ampliamente conseguir el tributo Dream Brother: The Songs of Tim & Jeff Buckley (Full Time Hobby, 2006), donde conviven en comunión los temas de padre e hijo a manos de Sufjan Stevens, King Creosote, Tunng, Micah P. Hinson, entre otros, y para vivir la adrenalina de las presentaciones en directo de Jeff, el álbum  Grace Around the World (2009).

Más información: www.jeffbuckley.com 

Tapatío

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