Lunes, 05 de Mayo 2025

Ignacio Zaragoza dedicó un cumplido al ejercito francés caído en la "Batalla de Puebla"

Enmarcado en la Segunda Intervención Francesa, este enfrentamiento no solo fue un hito militar, sino también un ejemplo del liderazgo firme y ético del general Ignacio Zaragoza

Por: Brenda Barragán

La Batalla de Puebla, ocurrida el 5 de mayo de 1862, representa uno de los momentos más emblemáticos en la defensa de la soberanía mexicana frente a una potencia extranjera. CANVA

La Batalla de Puebla, ocurrida el 5 de mayo de 1862, representa uno de los momentos más emblemáticos en la defensa de la soberanía mexicana frente a una potencia extranjera. CANVA

El 5 de mayo de 1862 se libró un enfrentamiento decisivo en las inmediaciones de Puebla, durante el periodo conocido como la Segunda Intervención Francesa en México. En esa jornada se midieron las fuerzas del Ejército de Oriente, bajo el mando del general Ignacio Zaragoza, y las tropas imperiales francesas, encabezadas por el Conde de Lorencez. El objetivo de los invasores era claro: avanzar hasta la Ciudad de México para imponer un régimen favorable a los intereses del emperador Napoleón III.

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El combate fue arduo y sangriento, y su desarrollo quedó documentado gracias a los mensajes telegráficos que Zaragoza remitía al presidente Benito Juárez. Estas comunicaciones permiten conocer con detalle el curso de la Batalla de Puebla y el temple con el que se defendió la soberanía nacional.

Tras la contienda, Zaragoza mostró una actitud sorprendentemente respetuosa hacia el enemigo. En un telegrama fechado el mismo día de la batalla, a las 7:03 de la tarde, expresó su satisfacción por la conducta del ejército mexicano, señalando: “muy contento” con el desempeño de sus tropas. En ese mismo mensaje reconoció el valor del adversario:

“Los franceses se han llevado una lección muy severa; pero en obsequio de la verdad diré: que se han batido como bravos, muriendo una gran parte de ellos en los fosos de las trincheras de Guadalupe.”

El parte concluye con una expresión de anhelo patriótico dirigida al presidente Juárez:

“Deseo que nuestra Patria, hoy tan desgraciada, sea feliz y respetada de todas las Naciones”.

A pesar del resultado adverso, no todos los efectivos franceses perecieron o huyeron. Algunos fueron hechos prisioneros, lo cual añadió una dimensión aún más compleja a los acontecimientos posteriores al combate. Zaragoza, lejos de actuar con rencor, optó por la decencia y el honor, estableciendo un ejemplo de conducta militar.

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BB

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