El “antipoeta” chileno Nicanor Parra fue despedido ayer por miles de personas en la Catedral Metropolitana de Santiago, donde sus restos permanecerán hasta hoy, cuando será trasladado a su casa del balneario de Las Cruces. El ataúd de Parra, quien falleció el martes a los 103 años de edad, fue cubierto con un manto que el poeta guardaba con cuidado y que había sido hecho por su madre, Rosa Clara Sandoval, además de lucir el clásico “artefacto” de su autoría “Voy y vuelvo”.La presidenta de Chile, Michelle Bachelet y el mandatario electo, Sebastián Piñera llegaron por separado hasta el templo santiaguino para saludar a la familia del vate y expresar sus respetos por la figura del “antipoeta”. Algunas poesías de Parra y canciones de su hermana, la también famosa Violeta Parra, inundaron la Catedral por algunos minutos, y una enorme fila de chilenos comenzó a pasar junto al féretro para brindarle el último adiós.Jóvenes, ancianos, niños y hasta personas en sillas de ruedas llegaron al templo para despedirse de Nicanor, en una fila de cientos de metros que salía del lugar.