Miércoles, 29 de Octubre 2025

Cierre y futuro: Miguel Ángel Gutiérrez sigue tejiendo magia

El Festín de los Muñecos cerrará su historia tras 20 años de trayectoria. Su última edición se extiende hasta el 2 de noviembre

Por: El Informador

Miguel Ángel Gutiérrez impulsa la tradición del títere en México. EL INFORMADOR/ A. Rodriguez

Miguel Ángel Gutiérrez impulsa la tradición del títere en México. EL INFORMADOR/ A. Rodriguez

En el corazón de Guadalajara, Jalisco, florece un encuentro artístico que durante dos décadas ha convertido hilos, muñecos y escenarios en materia de magia y reflexión. Se trata del Festín de los Muñecos - Festival Internacional de Títeres de Guadalajara, que en 2025 celebra su vigésimo aniversario. Bajo el lema “Los hilos que tejen las imágenes”, este festival se consolida como un punto de referencia para el arte titiritero y las formas animadas en América Latina.

El Festival se propone explorar el teatro de muñecos -títeres, marionetas, teatro de formas animadas- como un lenguaje artístico integral, desde sus raíces más tradicionales hasta sus manifestaciones más contemporáneas, lo que hace de este arte un medio poderoso para convocar públicos diversos. En su edición 2025, que inició desde el pasado 20 de octubre y terminará el 2 de noviembre, el festival presenta 15 montajes nacionales e internacionales, sumadas a talleres, exposiciones, residencias artísticas y actividades formativas. Las sedes se extienden desde el Conjunto Santander de Artes Escénicas (en Zapopan) hasta espacios universitarios, públicos, y comunidades vulnerables.

El Festín de los Muñecos, tras dos décadas y trece ediciones, escribe este 2025 su capítulo final, celebrando su última edición luego de años de lucha, esfuerzo y resignificación del arte de los títeres. En entrevista con EL INFORMADOR, su director y fundador, Miguel Ángel Gutiérrez, compartió lo que ha sido para él este proceso, lo que significa y lo que logró, pero también la nostalgia y los sentimientos encontrados que surgen tras veinte años dedicados a una de las cosas que más le gustan en la vida: los títeres. 

“Creo que cerramos un ciclo cumpliendo los objetivos originales del festival, que eran darle visibilidad al teatro de títeres en un momento en que no la tenía tanto y también revalorarlo como tal, para que la gente pudiera, primero que nada, conocerlo, descubrir todas sus posibilidades y sus distintas facetas, tanto en contenidos como en estética, trayendo compañías de muchas partes del mundo y desmitificando la idea de que los títeres eran solo para niños o algo ñoño, por decirlo de alguna manera”, dijo Miguel Ángel Gutiérrez. 

A lo que agregó: “Cumplió ese ciclo después de veinte años y mucho esfuerzo. No solo el festival, sino todo el trabajo de los artistas que están día a día con los títeres. Creo que hemos contribuido mucho a que esa idea acerca del arte de los títeres haya cambiado y se haya beneficiado, logrando que, además de ser revalorada, tenga una nueva dignificación. El teatro de títeres es un arte en sí mismo”.

Respecto a lo que viene, Miguel Ángel no se siente presionado: vivirá el proceso junto con lo que este traiga, buscando siempre, no obstante, que sea comunitario, compartido, profesional e integral: “Lo que viene todavía no está del todo claro; vamos a sentarnos a evaluar tranquilamente. Yo siento la pulsación hacia un camino que buscará proyectos más integrales en muchos sentidos”, comentó Miguel Ángel. 

“Por ejemplo, en lugar de ser una muestra que dura una o dos semanas, tener procesos en donde compañías invitadas puedan compartir con comunidades específicas sus experiencias, a partir de su trabajo artístico, pero también de talleres, residencias e intercambios, insertándose en comunidades fuera o dentro de la ciudad, en escuelas o espacios comunitarios. Que puedan desarrollar proyectos en conjunto, más enfocados en los procesos que en el producto final artístico. Creo que hacia allá vamos: hacia la profesionalización, hacia abrir espacios para compartir experiencias y generar procesos más integrales”, explicó.

Resignificando el arte de los títeres 

El Festín de los Muñecos, en su decimotercera edición, es más que un aniversario, mucho más que su punto final: es un testimonio de persistencia, creatividad y afirmación del arte titiritero en Guadalajara. En un contexto donde las artes escénicas buscan renovarse y alcanzar nuevos públicos, este festival ha reafirmado sin descanso el valor del títere como lenguaje artístico sensible, integrador y visualmente potente, más allá de los retos que la compañía y Miguel Ángel han tenido que encarar a lo largo de estas décadas.

“Lo más gratificante de estos procesos ha sido abrir espacios de intercambio, tanto entre la comunidad como espectadores y creadores”, explicó Miguel Ángel, sobre el legado que ha dejado el Festival. “Los festivales son plataformas de intercambio humano, y lo más rico, desde mi punto de vista, es eso: abrir espacios de encuentro entre humanidades. A fin de cuentas, el teatro en general y los títeres en particular tienen esa gran misión: convocar la reunión de chicos y grandes para compartir momentos únicos, reales, fuera de la virtualidad”.

“Ha sido maravilloso ver a familias enteras llenar las salas y ponerse a bailar. Ahí pienso: “Esto ha valido la pena”. Ver a la gente reunida alrededor de un rito que comenzó en las cavernas, con el fuego, cuando la gente contaba historias que luego se convirtieron en leyendas y mitos. Nosotros heredamos eso en el teatro. Realmente el origen del teatro y de las religiones es ese: estar cerca del fuego y compartir creencias”, añadió.

Concluyendo el próximo domingo 2 de noviembre, el Festín de los Muñecos, tiene todavía espectáculos por presentar: “The Storyville Mosquito”, “Scriboullis”, “Epidermis Circus”, “2050”, “Animalarium”, “Pipa”, y “Domar a la bestia”. Miguel Ángel adelantó que todo esto será una muestra muy amplia de distintas técnicas y discursos de títeres, vanguardistas, desde la combinación de artes audiovisuales, música en vivo y teatro de títeres, hasta formato de calle, y clown. “Son enfoques distintos que muestran las múltiples posibilidades del teatro de títeres. Creo que las muestras tienen ese encanto: abrir ventanas al mundo. Eso es lo que queda del festival esta semana”, explicó el director.

Dos décadas acompañadas de retos

Estos veinte años no han sido fáciles. Miguel Ángel sabe, como todos los que dedican su corazón al arte, que estas cosas se hacen por amor. Olvido gubernamental, tanto estatal como federal, precariedad, dificultades económicas, son algunos de los caminos sinuosos que ha tenido que sortear durante la existencia del festival. 

“Ha sido un proceso difícil, con altibajos. Jamás pensé que duraríamos tanto tiempo, sobre todo porque la gestión cultural en México es complejísima. Muchas veces, el gobierno, en lugar de ayudar, entorpece, obstaculiza, minimiza. Lo más difícil para mí ha sido la relación con las instituciones públicas. Es muy cansado. Las instituciones en México no cuidan a sus artistas ni a su gente”, dijo Miguel Ángel, pero agradece el apoyo que ha recibido siempre. “Afortunadamente tuvimos el apoyo, como siempre, del Conjunto Santander, que ha salvado el festival y ha sido su principal promotor desde el inicio. María Luisa Meléndrez -directora general del Conjunto Santander de Artes Escénicas-, ha sido clave. Si no fuera por ellos y la Universidad de Guadalajara, el festival no existiría; son el rostro cultural de esta ciudad”.

En todo caso, Miguel Ángel Gutiérrez cierra este proceso con satisfacción. Ha sido complicado, sí, pero esos veinte años no fueron en vano. Han sido lucha, dedicación, amor, resignificación de los títeres como muestra de arte tan antigua como el humano mismo, arte que junto con su compañía, colaboradores, artistas y amigos, llevaron por lo alto. Es una incertidumbre siempre, pero también es resistencia, y es entre estos fuegos cruzados que hace lumbre el arte. En ese aspecto, el oficio titiritero seguirá existiendo, remontándonos a lo que fuimos, cuando no éramos más que humanos sorprendidos por el fuego, a la sombra de la historia. 

“Tengo fe, porque el teatro de títeres ha existido por más de treinta mil años; nació con la civilización, así que no va a desaparecer… Pero me inquieta la precariedad. No solo los títeres, sino el teatro y las artes en general están cada vez más vulnerables, sobre todo económicamente. Lo noté aquí en Guadalajara: la mayoría de quienes trabajan en teatro tienen múltiples proyectos solo para salir adelante día a día. Sin embargo, creo en la resistencia y la tenacidad de quienes no podemos vivir sin hacer lo que amamos. Por eso el arte sobrevive, aunque todo esté en contra”, finalizó.

Programación del Festín de los Muñecos

“THE STORYVILLE MOSQUITO” (Compañía: Kid Koala) - Canadá. Jueves 30 de octubre 19:30 h; viernes 31 de octubre 19:30 h; sábado 1 de noviembre 13:00 h y 18:00 h; domingo 2 de noviembre 12:30 h, Sala 2. Película animada en vivo con títeres, escenarios en miniatura y banda sonora original.

“SCRIBOUILLIS” (Compañía: L’os de bois) - Canadá. Sábado 1 de noviembre 16:00 h / domingo 2 de noviembre 11:00 h, Sala 4. Una niña curiosa cuyo dibujo cobra vida; marionetas gigantes y humor tierno.

“EPIDERMIS CIRCUS” (Compañía: Sociedad SNAFU de Espectáculos Inesperados) - Canadá. Sábado 1 de noviembre 17:00 h / domingo 2 de noviembre 16:00 h, Sala 3. “Cabaret de marionetas picante”: humor negro y animación de objetos para mayores de 15 años.

“2050” (Compañía: La Tortue Noire) - Canadá. Sábado 1 de noviembre 14:30 h / domingo 2 de noviembre 14:30 h, Vestíbulo principal, entrada libre. Cajas misteriosas que revelan visiones del mundo dentro de 25 años.

“ANIMALARIUM” (Compañía: Luna Morena) - México. Sábado 1 de noviembre 14:15 h / domingo 2 de noviembre 14:15 h, Vestíbulo principal, entrada libre. Animales-títeres que mezclan público y ficción.

“PIPA” (Compañía: La Puntual) - España. Sábado 1 de noviembre 15:00 h / domingo 2 de noviembre 12:00 h, Mezzanine Santander, entrada libre. Comedia de títeres para 3-12 años, con personajes alocados, cocodrilo hambriento y burbujas.

“DOMAR A LA BESTIA” (Compañía: Mylène Lebœuf) - Canadá. Sábado 1 de noviembre 18:00 h / domingo 2 de noviembre 17:00 h, Vestíbulo principal, entrada libre. Marioneta gigante que refleja la “bestia interior”; humor, poesía y transformación.

“EL ALMA DE LAS COSAS” (Exposición: Noémi Bélanger) - Canadá. Del 28 al 31 de octubre, Salón de ensayos, entrada libre. Esculturas-marionetas de lana que dialogan entre lo humano y lo animal.

Creador de mundos imaginarios

Miguel Ángel Gutiérrez Espinosa es diseñador gráfico de formación (Universidad de Guadalajara) y desde mediados de los años 90 se vinculó al mundo del títere cuando junto con Ana Zatarain comenzó a construir muñecos y contar historias para grupos infantiles. En 2001 fundó, junto con Ana Zatarain, la compañía Luna Morena, Taller Experimental de Títeres, a partir de la cual impulsó programas, montajes y el propio festival.

En calidad de gestor-cultural, Gutiérrez ha enfrentado los retos de mantener un festival internacional desde el ámbito local, construyendo alianzas con instituciones, compañías, espacios públicos y privados. En entrevista reconoce que el apoyo institucional ha sido frágil, lo cual no ha frenado la apuesta por continuidad y pluralidad.

CT

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