Michelle Farah Chalita, tiene 31 años. Nació en Guadalajara, Jalisco, pero actualmente vive en Melbourne, Australia, donde practica el rugby.La primera vez que “Mich” pisó una cancha de rugby fue por accidente. Ese día, el equipo de rugby del ITESO estaba incompleto, así que a unos minutos de comenzar el encuentro, la convencieron para entrar a jugar: “Mi primer partido estuvo muy mal, no supe ni qué hice, pero sentí una adrenalina que me encantó”.Las habilidades de Mich para este deporte de evasión y contacto la llevaron a formar parte, en 2011, de la Selección Nacional de Rugby. En 2018, participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Colombia, ahí obtuvieron como equipo, la medalla de bronce. Un año después compitió en los Juegos Panamericanos de Lima, Perú, donde quedaron en el séptimo lugar.Pero no todo ha sido “bonito” dentro del rugby, pues notaba una distinción entre la selección femenil y varonil: “No nos peleamos realmente por el uniforme, sino por lo que representa que al ser un equipo femenil no tengamos uno propio; es decir, ¿cuándo le has puesto a los hombres un uniforme de mujer?”.Michelle desea que las niñas que quieran jugar rugby puedan seguir su corazón y romper con los miedos impuestos por la sociedad sobre la rudeza de este deporte. CT