Presionado desde las revelaciones de FootballLeaks, el fiscal federal suizo Michael Lauber justificó ayer la legitimidad de sus reuniones con Gianni Infantino, presidente de la FIFA, “normales en este tipo de casos complejos”.“Este tipo de reuniones con los reclamantes es algo normal y habitual, especialmente en los casos complejos”, se defendió Lauber, que supervisa desde septiembre de 2015 las numerosas investigaciones que se iniciaron después del estallido de un amplio escándalo de corrupción en la FIFA.El fiscal general convocó la mañana de ayer en Berna una conferencia de prensa para responder a las críticas recibidas después del descubrimiento de vínculos privilegiados entre el poder judicial helvético y la FIFA, revelados por FootballLeaks.Además, FootballLeaks dio a conocer también dos reuniones informales y secretas entre Lauber e Infantino en la primavera de 2016, poco después de la elección del segundo como presidente de la FIFA.Infantino mantuvo también una relación estrecha con un fiscal de Alto-Valais, Rinaldo Arnold, a quien le ofreció entradas para partidos de futbol, según FootballLeaks.El Ministerio Público de la Confederación (MPC) “hizo públicas, por transparencia, las dos reuniones” con Infantino, explicó Lauber.Infantino consiguió estas citas con Lauber cuando apareció su nombre en los Papeles de Panamá. Siendo secretario general de la UEFA acordó, en circunstancias aparentemente favorables, un contrato de derechos de marketing con una empresa privada.Estas revelaciones de los Papeles de Panamá llevaron a un registro en la sede de la UEFA. “No hay vínculo entre el registro en la UEFA y las dos reuniones” con Infantino, aseguró el fiscal Lauber.Para el ex presidente de la FIFA, Joseph Blatter, “la Comisión de Ética de la FIFA, así como la comisión de conformidad deben hacer algo y abrir una investigación sobre Infantino”.
