A pesar de que es uno de los deportes que frecuentemente brinda alegrías al público mexicano y ha otorgado medallas olímpicas, el tiro con arco también es una disciplina cuya Federación a nivel nacional suele estar envuelta en la polémica, pues sus manejos y actitudes no siempre han sido los mejores desde cuestiones básicas hasta otras más notorias.Un ejemplo claro fue lo ocurrido en 2013, cuando la delegación nacional tuvo que participar con uniformes improvisados en el en el Mundial de Shanghái, justa en donde los arqueros mexicanos compitieron con camisetas tipo polo en las que literalmente pegaron su nombre con cinta.Al respecto, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), la cual era dirigida en ese entonces por Jesús Mena, se deslindó de toda culpa y acusó a la Federación Mexicana de Tiro con Arco.Ante situaciones como ésta, atletas de la talla de Aída Román no han tenido empacho para señalar que en la Federación no se trabaja a la par de los atletas.Otro escándalo sonado de esta disciplina fue el arresto de Effy Sánchez en agosto de 2018, quien fuera presidenta de la Federación Mexicana de Tiro con Arco y que posteriormente fue detenida en Mérida por ser acusada de haber desviado recursos públicos. Se le achaca el desvío de 27 millones de pesos.Otro de los problemas que ha pasado esta disciplina debido a sus dirigentes afectó directamente a una arquera de Jalisco, ya que en 2017 Fernanda Alexis Zepeda tuvo que pagar más de mil pesos de su bolsa para poder llevar su arco en el avión que la llevó a disputar una Copa Mundial en Utah, Estados Unidos.Hoy, con el caso de Linda Ochoa y su deserción de la Selección Nacional, la Federación Mexicana de Tiro con Arco vive un nuevo momento tenso.