Cuando un encierro carece de casta no puede aspirar a grandes triunfos. Y cuando el toro carece de bravura, depende únicamente de la maestría del torero para mostrar algo que pueda complacer a la afición.Para variar, la ganadería de “La Estancia” volvió a la Nueva Progreso para evidenciar su falta de compromiso en la que parecía una tarde con tintes históricos.En el ruedo tapatío se encontraron cuatro matadores mexicanos que nunca dejaron la ambición de lado con tal de abrir la puerta grande.Héctor Gutiérrez tuvo el peor lote del festejo y así como salieron de la puerta de toriles, volvieron por la misma con música de viento del respetable. No tuvo una buena tanda en toda la tarde.A Diego San Román, su valor le dio los arrestos para lidiar a “Kalimán” en los terrenos cortos y emocionar al tendido con una faena arriesgada y de buenos pasajes. Prácticamente le arrancó los derechazos al dejarle la muleta en la cara, para, tras una buena estocada cortar la primera y única oreja.Con el segundo, “Buen Amigo” de Fernando de la Mora, pudo lucir más, pero el descabello le impidió el segundo apéndice. El michoacano Isaac Fonseca abrevió a su primero al que intentó ligar algunos muletazos, pero ante un toro descastado, culminó con el descabello y en silencio. Con su segundo, de nombre “Ilusiones”, pudo cuajar una buena faena por derechazos, naturales, molinetes y hasta por bernardinas. El diestro supo sacar lo mejor del séptimo, pero lamentablemente erró con la espada para perder el trofeo que había ganado a pulso. Fonseca no tuvo suerte en su presentación en Guadalajara.Poco que decir de Arturo Gilio, a quien tampoco le sonrió la suerte en el sorteo. “Hermandad Torera” y “Palmas Blancas”, le dieron poco en la lidia. Para colmo, el coahuilense falló en la suerte suprema y perdió cualquier posibilidad de oreja.La corrida denominada de “Los 4 Fantásticos” terminó con una sola oreja y ganada más por el valor de San Román que por virtudes de sus descastados enemigos. CT
