Viernes, 26 de Julio 2024

Andrew Scott y Paul Mescal protagonizan “Todos Somos Extraños”

La película, “Todos Somos Extraños”, escrita y dirigida por Andrew Haigh, basada en la novela “Strangers” de Taichi Yamada, llega a los cines el próximo 29 de febrero

Por: Kike Esparza

Luego de estrenarse el año pasado en Estados Unidos y obtener el reconocimiento de la crítica, finalmente este jueves 29 de febrero se lanza en salas de cine del país. CORTESÍA

Luego de estrenarse el año pasado en Estados Unidos y obtener el reconocimiento de la crítica, finalmente este jueves 29 de febrero se lanza en salas de cine del país. CORTESÍA

Luego de estrenarse el año pasado en Estados Unidos y obtener el reconocimiento de la crítica, finalmente este jueves 29 de febrero se lanza en salas de cine del país, la película, “Todos Somos Extraños”, escrita y dirigida por Andrew Haigh, basada en la novela “Strangers” de Taichi Yamada. La película está protagonizada por Andrew Scott, Paul Mescal, con Jamie Bell y Claire Foy.

“Todos Somos Extraños” es una conmovedora e hipnótica historia de amor y pérdida, más todo lo que hay entremedio que está inspirada en la novela “Strangers” del venerable escritor japonés Taichi Yamada. La novela fue escrita originalmente en 1987 y traducida al inglés en 2003, y la adaptación cinematográfica de Haigh le agrega un toque contemporáneo y personal. El director ha desarrollado otros filmes con anterioridad como “Apóyate en mí”, “45 años” y “Fin de semana”.

En junio de 2017, Graham Broadbent y Sarah Harvey de Blueprint le propusieron a Yamada y su familia una visión creativa para una película. Dice Harvey: “Fue importante para todos nosotros invertir en el núcleo emocional de la historia, quizás más en eso que en los elementos tradicionales de fantasmas de la historia”.

Luego de esto, Blueprint procedió a buscar al guionista y director ideal para adaptar el material. Inmediatamente, le enviaron el libro a Haigh, con quien desde hacía tiempo querían trabajar. Les parecía que tenía la sensibilidad adecuada, había demostrado tener una gran aptitud para el trabajo sutil de personajes en sus películas “Fin de semana” y “45 años”, también en la serie de televisión “La sangre helada”.

“Sarah y yo tratamos de unir el talento con el material para ver si podíamos encontrar algún hilo conductor –dice Broadbent–. Andrew nunca había hecho nada de este tipo antes, pero respondió al libro y yo me sorprendió maravillosamente, porque desde hacía siglos que quería hacer una película con él”.

Haigh recuerda: “Lo que me encantó de la novela fue el concepto central: ¿qué pasaría si te encontraras con tus padres otra vez, mucho tiempo después de su muerte, solo que ahora tienen tu misma edad? Me pareció una manera muy emotiva de explorar la naturaleza de la familia. Eso se convirtió en mi punto de partida”.

Hacia fines de 2017, y con la aprobación de Yamada, Haigh y Blueprint le propusieron el proyecto a Daniel Battsek y Ollie Madden de Film4, que se sumaron y financiaron el desarrollo.

Haigh ambientó la historia en un mundo más parecido al suyo propio. “La adaptación del libro fue un proceso largo y a veces doloroso –admite Haigh–. Quería desentrañar mi propio pasado, como hace Adam en la película. Me interesaba explorar las complejidades del amor familiar y del romántico, pero también la experiencia de una generación específica de personas homosexuales que se criaron en los ochenta. Quería alejarme de la historia de fantasmas tradicional de la novela y encontrar algo más psicológico, casi metafísico”.

Haigh cumplió con su palabra magistralmente, trascendiendo los tropos de las “historias de fantasmas”. “Realmente necesitábamos un autor que tuviera la claridad de visión necesaria para adaptar la historia –dice Broadbent–. Él tenía una visión muy clara de lo que quería decir, los temas que iba a explorar, y eso no siempre sucede”.

Yamada y su familia respetaron muchísimo la visión de Haigh, que cambió el personaje central de la historia al de un varón homosexual, y cuando finalmente leyeron el guion, dieron su aprobación para que se hiciera la película.

Andrew Scott interpreta a “Adam”, un hombre solitario y lleno de melancolía que parece no superar la pérdida de sus padres, con quienes se reencuentra en su antigua casa, ellos son fantasmas de su misma edad con quienes comienza a desarrollar una catarsis emocional al tiempo de que también comienza a conocer a “Harry”, otro hombre triste y solitario con el que comienza a vivir un intenso amor. La película navega entre las corrientes del thriller psicológico, el drama y la redención.

“El guion me impresionó inmediatamente, es algo muy personal para él [Haigh] pero, como todos los grandes escritores, te hace sentir que es personal para todos, a mí me tocó muy de cerca”, expresa Adam.

“Es un concepto muy lindo –continúa diciendo Bell, que interpreta al “papá”–. Hay otras películas que trataron el tema del más allá, o que le hacen creer al público que los personajes están vivos cuando no lo están. Las muy buenas versiones de ese tipo de películas en general estuvieron dentro de géneros de gran intensidad. No hay muchas películas como estas en el género dramático”.

Scott añade: “Andrew es una de esas personas muy poco comunes, es muy agradable y es una persona maravillosa, pero también es extraordinariamente talentoso en su trabajo. A todos nos pareció muy abierto y bien predispuesto. Es muy seguro de sí mismo y sabe lo que quiere, pero lo hace sin nada de ego. Y es muy divertido”.

El coprotagonista de Scott, Mescal, que interpreta a “Harry”, admira a Haigh desde hace tiempo. “Él conoce a la perfección los personajes que escribe. Si le proponemos ideas, él las tiene en cuenta porque sabe que lo que hacemos como actores es importante, y eso me encanta –explica–. Me encanta lo poco sentimental que es su estilo de dirigir, pero logra atenerse a la verdad, lo que hace que se sienta honesto y conmovedor”.

Sinopsis

Una noche, en su torre de departamentos casi vacía en el Londres contemporáneo, Adam (Andrew Scott) tiene un encuentro casual con un misterioso vecino, Harry (Paul Mescal), que rompe el ritmo de su vida cotidiana. A medida que se desarrolla una relación entre ellos, Adam se preocupa por los recuerdos del pasado y se siente atraído de vuelta a la ciudad suburbana donde creció, y al hogar de su infancia donde sus padres (Claire Foy y Jamie Bell), parecen estar viviendo, tal como estaban el día en que murieron, 30 años antes.

MF

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