La noche de este domingo, el Auditorio Telmex en Guadalajara se convirtió en un templo de amor y música con la presentación de Fito Páez, quien cerró en México su gira conmemorativa por los 30 años de su icónico disco "El amor después del amor".La velada comenzó poco antes de las 20:00 horas, cuando los primeros acordes de la canción que da nombre al álbum encendieron al público. Con un escenario teñido de rojo y acompañado por una banda de diez músicos, Páez apareció entre aplausos y gritos, consolidando la conexión especial que lo une a sus seguidores. Enormes letras al fondo del escenario proyectaban el mensaje: El amor 30 años después.“Hola Guadalajara, qué gusto estar aquí y cerrar nuestra gira por México en esta ciudad”, expresó Fito, visiblemente emocionado ante un recinto lleno.La noche continuó con “Dos días en la vida” y “La Verónica”, momento en que Páez se sentó al lo piano para ofrecer una interpretación magistral. Vestido con un traje blanco impecable y camisa negra con detalles blancos, recorrió el escenario mientras el público lo ovacionaba. Cada canción venía acompañada de un despliegue visual que reforzaba la atmósfera de celebración.Temas cmo “Tráfico por Katmandú”, con sus vibrantes tintes de swing y jazz, mantuvieron al público de pie. Antes de interpretar “Pétalo de sal”, Páez dedicó un emotivo mensaje al fallecido Luis Alberto Spinetta: “La música no aparece sola. Quiero dedicar esta canción a un artista fundamental para la historia de América. Amé y amo con locura a Luis Alberto Spinetta”. El público respondió con una ovación que pareció interminable.El repertorio siguió con éxitos como “Sasha, Sissi y el Círculo de Baba”, “Un vestido y un amor” y “Tumbas de la gloria”. Cada tema provocaba una explosión de emoción, mientras la audiencia coreaba el clásico “Olé, olé, olé, Fito, Fito”. Con una sonrisa, el argentino bromeó: “Ahorren energías, las van a necesitar cuando tengan mi edad”.Entre canción y canción, Fito compartió reflexiones personales. Antes de interpretar “Detrás del muro de los lamentos”, habló sobre los ritmos de Latinoamérica y cómo su padre, un melómano, lo introdujo a ellos en su infancia.El clímax de la primera parte llegó con “Brillante sobre el mic”, mientras las luces de los celulares iluminaban el recinto. La interpretación de “A rodar mi vida” marcó el final del recorrido por El amor después del amor.Tras un breve descanso, Páez regresó al escenario, bromeando con el público: “Ahorita vuelvo, voy a ponerme guapo”. Las ovaciones continuaron mientras el artista ofrecía temas como “Al lado del camino” y “Dar es dar”. Finalmente, “Mariposa tecnicolor” y “Y dale alegría a mi corazón” cerraron la noche con una atmósfera de euforia y unión entre Fito, su banda y los asistentes, que levantaron los brazos y corearon hasta el último acorde.La presentación, originalmente programada para septiembre, tuvo que posponerse debido a una fractura de costillas sufrida por el artista. Sin embargo, la espera valió la pena, pues Páez ofreció una velada inolvidable que quedará marcada en la memoria de Guadalajara.MF