La historia comienza así, el rey Carlos III, el cual anteriormente era conocido como el príncipe de Gales, se ha dado a conocer por poseer una serie de propiedades en todo el Reino Unido. Tras el fallecimiento de la reina Isabel II, su bolsillo de propiedades aumentó aún más. Dentro de esas propiedades está una casa donde se criaron los dos príncipes, Guillermo y Harry. Una casa que él mismo obtuvo con fondos privados. Situada en Cotswolds, es una histórica y bella casa que ha sido parte de la vida del rey Carlos III desde hace décadas. Aunque esta casa no fue adquirida por el rey después de su ascenso al trono, sino desde antes, cuando era el príncipe de Gales. Asimismo, sigue siendo una propiedad significativa en su vida y en la de sus hijos, el príncipe Guillermo y el príncipe Harry. Inició en agosto de 1980, cuando el entonces príncipe de Gales pensó en comprar esta hermosa casa con su propio dinero. A diferencia de muchas de las residencias de la realeza, Highgrove no está financiada por los contribuyentes, es decir fue una inversión personal del príncipe Carlos.Highgrove fue el refugio principal del príncipe Carlos antes de convertirse en el rey Carlos III. En este lugar pasó la mayor parte de su tiempo, disfrutando de la tranquilidad y la belleza de la campiña británica. Así es, esto hace que Highgrove sea especial, debido a que el príncipe Guillermo y el príncipe Harry pasaron gran parte de su infancia en esta propiedad. Fue un lugar donde crecieron, jugaron y disfrutaron de la compañía de su padre en un entorno más relajado y privado.Finalmente, conforme pasaron los años el rey Carlos III, hizo mejoras significativas en Highgrove, remodeló e incorporó toques neoclásicos y redecoró el interior con la ayuda de Robert Kime (diseñador). Pero lo más destacado es cómo adaptó la propiedad para reflejar su compromiso con la sostenibilidad y la vida respetuosa con el medio ambiente. SN
