“TMZ” reportó recientemente que Debbie Nelson, la madre de Eminem, falleció el día de ayer a los 69 años tras luchar contra un cáncer de pulmón terminal. Nelson había estado recibiendo tratamiento en un centro oncológico en St. Joseph, Missouri.Según un artículo publicado en septiembre por "In Touch Weekly", su cáncer estaba muy avanzado, y los médicos ya habían indicado que no había mucho más que hacer, siendo solo cuestión de tiempo su fallecimiento.En 2008, Debbie Nelson también luchó contra el cáncer de mama. Según "In Touch", Eminem, aunque nunca mantuvo una buena relación con su madre, siempre estuvo al tanto de su estado de salud. El rapero, conocido como “Slim Shady”, apoyó económicamente a Debbie, encargándose de las cuentas del centro médico donde recibió tratamiento.Esa misma fuente relató que, a lo largo de su enfermedad, Nelson fue cobijada por unos de sus familiares para que viviera en su casa, tiempo en el que nunca fue visitada por su hijo.El cantante, de 52 años, llevaba años sin entablar ningún tipo de comunicación no sólo con su madre sino con el resto de la familia. "Es bueno con su madre, se asegura de cuidarla, pero en realidad no hablan, sería bueno que se comunicasen, esto podría darles la oportunidad de reconciliarse", señaló la fuente, pero lamentablemente esto no sucedió. Desde antes de que el rapero saltara la fama, ya tenía una muy mala relación con su madre, que llegó a demandarlo por difamación, luego de que en el tema "My name is" sugiriera que su madre consumía más narcóticos que él mismo. Debbie buscaba ser indemnizada con 11 millones de dólares, de los cuales obtuvo sólo 25 mil dólares; la mayoría del dinero tuvo que invertirlo en pagar su defensa legal. Hace 16 lanzó el libro "My Son Marshall, My Son Eminem", en su momento aclaró que lo había escrito para mostrar que no era la mala madre que su primogénito aseguraba. "Para que la gente supiera que no soy un monstruo malvado drogado y drogado con alcohol, marihuana y todo eso. Es como que no, tienen una idea muy equivocada. Nada está destinado a lastimar a nadie. Yo idolatro a mis hijos. Son mi mundo, al igual que mis nietos. Cualquier cosa que hagan, los aplaudo. Alguien tuvo que apoyarlo, cariño, para que llegara a donde está hoy. Sé que hubo muchas veces en las que se sintió derrotado y quiso darse por vencido. Alguien tuvo que apoyarlo para empujarlo. Y seguro que no fue nadie más que yo". FP