Viernes, 22 de Noviembre 2024

Regresa "Beetlejuice" del inframundo

Tim Burton presenta la secuela de una de sus películas más famosas; en entrevista comparte detalles de la filmación

Por: El Informador

El director Tim Burton le da indicaciones al actor Michael Keaton, quien da vida a “Beetlejuice”. CORTESÍA

El director Tim Burton le da indicaciones al actor Michael Keaton, quien da vida a “Beetlejuice”. CORTESÍA

¡Regresa “Beetlejuice”! Tras una inesperada tragedia familiar, tres generaciones de la familia “Deetz” retornan a su hogar en Winter River. Aún perseguida por “Beetlejuice”, la vida de “Lydia” — Winona Ryder— da un giro inesperado cuando su rebelde hija adolescente, “Astrid” —Jenna Ortega—, accidentalmente, abre el portal al “más allá”. A partir de ese momento, sólo es cuestión de tiempo antes de que el nombre de “Beetlejuice” sea pronunciado tres veces, trayendo de vuelta al astuto espíritu para desatar su característico caos.

La cinta “Beetlejuice Beetlejuice” llega a la salas de cine hoy; en entrevista, el director del filme, Tim Burton, comparte qué lo llevó a realizar una secuela de uno de sus máximos clásicos de los años ochenta.

—Finalmente llegó el momento adecuado para hacer una secuela de la querida “Beetlejuice”. ¿Cómo se concretó todo?

—Trabajé con Al (Gough) y Miles (Millar) en “Merlina”, así que los conocía muy bien. Eso fue genial, porque son muy colaborativos. Básicamente traté la película de manera similar a la primera: teníamos un guion, pero también trabajé con muchos actores talentosos en improvisación. Aprendí de la película original que esa era parte de la diversión, que tenía un espíritu más libre. Contábamos con un guion que íbamos ajustando sobre la marcha y confiábamos en estos grandes actores de personajes, quienes aportaron mucho. El espíritu fue similar en esta película. Sin pensar demasiado en ello, al hacerla tratamos de reconectar con la diversión de hacer la primera. Todos contribuyeron a sus personajes, y fue muy emocionante trabajar en el espíritu de la primera película de esa manera.

—El personaje de “Beetlejuice” es muy antiguo. ¿Ha cambiado en este relativamente breve lapso de tiempo?

—No hay mucha profundidad o desarrollo en el personaje de “Beetlejuice”; él es lo que es. Revelamos ciertos aspectos sobre él que no conocíamos de la primera película, pero sigue siendo un personaje muy peculiar. Por eso me encantó volver a esta historia, porque era ligeramente diferente y tenía su propio conjunto de reglas, que me gustaron.

—El personaje de “Beetlejuice” está tan arraigado en nuestra cultura pop. Y la película es una maravillosa manifestación de tu imaginación, tu visión. ¿Qué se necesitó para hacer realidad tu visión esta vez?

—Bueno, rendimos tributo a la película original, cuyo diseñador fue Bo Welch, y trabajé con Mark Scruton, el diseñador de producción en esta película, con quien también trabajé en “Merlina”. Así que hay ciertos elementos que considero “parte de ese mundo”, excepto por la casa, que era completamente nueva. Tuvimos algunos escenarios que recordaban a los de la primera película, porque ese era el mundo que queríamos recrear. Lo expandimos un poco, pero no sentimos que lo hicimos en exceso. Quiero decir, construimos todos los escenarios, así que se volvió más expansivo, pero sin exagerar. Y, como mencioné, todo se mantuvo en ese espíritu libre de espontaneidad e improvisación, con cada uno desarrollando sus propios personajes y adentrándose en ellos de esa manera.

—¿Fomentaste la improvisación con este elenco talentoso en comedia?

—Especialmente en esta película. Quiero decir, todos —Michael, Catherine, Winona, Jenna, Justin, Willem, Monica— todos aportaron, y eso me encanta. El guion era como un plano que teníamos, así que no estábamos todos preguntándonos: “¿Qué está pasando?” Y, de nuevo, me recordó a la primera película; si lees el guion y luego ves en qué se convirtió, eran dos cosas diferentes. Hay muchas cosas que suceden, y lo mismo ocurrió en ésta. Así que fue casi como hacer una película animada en el sentido de que hubo muchos colaboradores en el proceso.

—Y también han pasado 35 años en Winter River. Volviste al mismo pueblo en Vermont donde filmaron la primera vez. ¿Cómo fue eso?

—Fue realmente interesante regresar a Vermont, porque nos preguntábamos: “Bueno, ¿cómo estará ahora? ¿Está todo desarrollado?” Y, en realidad, era sorprendentemente casi exactamente igual. Fue raro. No dirías: “Esto es 35 años después”; dirías: “Oh, estuvimos aquí la semana pasada”. Fue muy, muy extraño. Pero, de nuevo, eso era parte de la esencia del lugar. Ese sitio era y sigue siendo un poco como un personaje. Regresar allí fue una experiencia emocional y, personalmente, me permitió reconectar de manera especial con ese lugar.

—Todos los involucrados en “Beetlejuice Beetlejuice” parecen haber comentado lo mismo: que fue una de las experiencias más divertidas que han tenido haciendo una película. ¿Qué hay de ti?

—Bueno, tal vez nuestras ideas de diversión sean muy diferentes. Mi concepto de diversión comparado con el de otros probablemente varíe. Pero diría: “Sí, me divertí.” Fue una de las experiencias más satisfactorias que he tenido en mucho, mucho tiempo. Después de años en la industria en los que me distraje un poco o simplemente perdí interés en el negocio, me reconectó con lo que amo, que es hacer películas. Dejas de lado los aspectos comerciales y te sumerges por completo. Y sí, tuve una experiencia muy artística, estimulante y emocional. Así que, si eso se considera diversión, definitivamente sí.

—¿Hay algo que destaque? ¿Alguna parte favorita?

—No tengo una parte favorita. Creo que lo más significativo es la experiencia general y la cualidad desconocida del proyecto. Eso fue lo importante. Existen expectativas asociadas con la idea de una franquicia y cosas por el estilo. En este caso, no había expectativas ni siquiera una idea clara de lo que era. Eso a veces puede ser útil. Es como si no pudieran clasificarlo en una categoría. Creo que hay una cierta emoción desconocida cuando estás haciendo algo de lo que realmente no sabes qué esperar. Y “Beetlejuice” siempre ha sido así.

—Tus películas están hechas para verse en una pantalla grande en el cine: la amplitud de la construcción del mundo, el detalle. También parecen inspirar el asombro y la maravilla de una historia contada cuando éramos niños. ¿Fue importante para ti la experiencia de ir al cine cuando eras joven?

—Oh, sí. Había un cine en Burbank, California, el Cornell Theater, donde mostraban triple función por 50 centavos. Absolutamente, nunca olvidaré esas primeras experiencias en el cine. Recuerdo haber visto “Jason and the Argonauts” como mi primera película, y aún la recuerdo con claridad. Esas experiencias pueden dejar una impresión profunda, o lo hicieron en mi caso, y creo que todavía pueden hacerlo hasta cierto punto… y eso es increíble.

CT

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