Un dicho popular dice: “infancia es destino”, y parece tener algo de cierto, porque la forma en la que desarrollamos nuestra conexión infantil con relación a nuestros padres determina, en mucho sentido, la capacidad de relacionarnos en pareja, según la psicología. Es cuando el concepto de apego sale a la luz.Existen cuatro tipos principales de apego que afectan cómo nos relacionamos con nuestras parejas: el apego seguro, el apego ansioso o ambivalente, el apego evitativo y el apego desorganizado.El apego seguro es el más deseable, ya que está asociado con relaciones basadas en la confianza, la empatía y la resolución constructiva de conflictos.Por otro lado, el apego ansioso se caracteriza por la necesidad constante de aprobación y miedo al abandono, mientras que el apego evitativo se manifiesta en la resistencia a la intimidad emocional.El apego desorganizado, a menudo resultado de experiencias traumáticas en la infancia, combina comportamientos contradictorios y dificultades para establecer vínculos afectivos estables.El concepto de apego seguro se ha convertido en un pilar fundamental dentro de la psicología, especialmente en lo que respecta a las relaciones de pareja.A diferencia de otros tipos de apego, el apego seguro se caracteriza por la confianza mutua, la comunicación abierta y la capacidad para gestionar conflictos de manera saludable.Este tipo de apego se desarrolla a partir de la infancia, donde los lazos emocionales con los cuidadores principales juegan un papel crucial en la formación de una base sólida para las relaciones futuras.De acuerdo con un artículo realizado por Mónica Guzmán y Paula Contreras en la Escuela de Psicología de la Universidad Católica del Norte de Chile, el apego es una conexión emocional profunda que se establece con las personas importantes en nuestras vidas, comenzando con los cuidadores en la infancia y extendiéndose a otras relaciones significativas en la edad adulta.Esta conexión no solo afecta cómo nos relacionamos con los demás, sino que también moldea nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos.A lo largo de nuestra vida, los patrones de apego que desarrollamos en la infancia influyen en cómo interactuamos con nuestras parejas. Aquellas personas que han experimentado un apego seguro en la infancia tienden a sentirse más cómodas con la intimidad emocional, son capaces de confiar en su pareja y manejan mejor las tensiones y los desafíos en la relación. En contraste, los otros tipos de apego, como el ansioso, evitativo o desorganizado, pueden dificultar la creación de relaciones saludables.Con información de SUN* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *OA