Saúl “Canelo” Álvarez es, sin lugar a dudas, uno de los boxeadores más importantes a nivel internacional, es por eso que este fin de semana todos los reflectores estarán puestos en él cuando se enfrente, por tercera ocasión, al kazajo Gennady Golovkin. Además de ser reconocido por sus victorias en el cuadrilátero es también un ejemplo de superación y profesionalismo. A lo largo de su trayectoria y vida personal ha echado raíces en Jalisco, generando vínculos importantes con su familia, su público, la sociedad en general y por supuesto, los lugares en donde le gusta estar, donde se siente tranquilo y en armonía. Y una de esas propiedades es un rancho que tiene en Santa Anita, Jalisco, una casa de campo bellísima donde la naturaleza y la arquitectura hacen el equilibrio perfecto.Esta propiedad tiene ocho años de haber sido construida y actualmente se encuentra a la venta. En entrevista, Jorge Morquecho Hess, de Grupo Morquecho Hess, especializado en el ramo de bienes raíces, ahonda más sobre las características e historias de este mágico lugar en el que el “Canelo” ha pasado momentos inolvidables con su familia y amigos.“Se compró el terreno y luego se construyó una terraza, un lugar para que fuera privado y gozar del hábitat y la naturaleza y salirte del ruido cotidiano de la ciudad. Después se construyen las caballerizas, había una alberca anteriormente y luego también se construyó el ruedo, y se quedó como una terraza con caballerizas –como casa de campo– posterior a eso se construyó la casa en sí para que las personas que disfrutaran del rancho, pudieran hospedarse y quedarse a dormir”.Este pequeño paraíso privado a las afueras de la ciudad cuenta con 4,000 metros cuadrados de terreno, de los cuales 1,500 metros cuadrados son de construcción. La zona en la que está ubicado se eligió porque está cerca la salida a pueblos mágicos como Tapalpa y Mazamitla. Estratégicamente es una ruta que le permite disfrutar de una de sus más grandes pasiones: los caballos, así lo comenta Jorge Morquecho: “a él le fascina la ruta y los caballos. Entonces, se presta la ubicación para salir a estos lugares que le gustan”.Al momento de ingresar a la propiedad por la puerta principal, el visitante percibe dos cosas que inmediatamente hacen entender por qué el “Canelo” disfruta de este lugar: la tranquilidad y la privacidad. “Obviamente todo el perímetro está bardeado, tiene cerca eléctrica, de hecho hay transformador propio para que pueda tener abastecimiento de luz directa y no dependa de cualquier alta o baja de energía. Cuando llegas a la entrada principal hay un recibidor, una cochera techada, muy grande y amplia, sin límite de altura, caseta y casa de seguridad”, comenta durante el recorrido Jorge Morquecho. Quien ingrese, encontrará un camino con una vista muy agradable, donde al avanzar se verá el ruedo, luego hay una fuente, un circuito donde las personas que lleguen en coche se pueden bajar. Hay nueve cabellerizas, una casa de staff de limpieza y la casa principal cuenta con tres habitaciones con baño completo cada una; la terraza tiene capacidad para 200 personas, tiene cocina propia y hay baños para damas y caballeros.“El espacio en sí es muy agradable, (la casa de campo) la puedes habitar día a día o puede ser un lugar de descanso. Todo está en funcionamiento al 100%”. En cuanto al estilo y la arquitectura de la propiedad, resalta Jorge Morquecho que ésta mantiene la esencia clásica que le gusta a “El Canelo”, a pesar de que es una persona muy joven, le gusta mucho el estilo clásico, utilizó piedras naturales, cantera, mármol y (madera) parota”.Así como el “Canelo” prepara cada detalle antes de un combate, esa misma atención y trabajo se refleja en el ambiente de este lugar y es que, incluso la vegetación fue planeada.Jorge recuerda que se trabajó con especialistas en exteriorismo, “la jardinería está totalmente contemplada por alguien que se dedica a ello, además, hay aspersores de riego eléctrico automático en toda la propiedad, toda la vegetación fue totalmente planeada”.Como no podría faltar, este rancho cuenta además con una pequeña y acogedora capilla que atrapa la atención de quien recorre la propiedad gracias a un cuadro de La Virgen de Guadalupe de gran tamaño que está acompañado con dos bancas que invitan a un espacio de reflexión.Este rincón de tranquilidad en medio del caos de la ciudad tiene un costo de 29.9 millones de pesos, que tomando en cuenta los detalles que tiene, la privacidad y el silencio que se siente al ingresar parece un pequeño costo a pagar para quien tenga la oportunidad y que, además, podrá presumir de tener el título de una propiedad a la que el “Canelo” le tiene un cariño especial.