Los celos son una emoción compleja y universal, originada por temores profundos, inseguridades y la necesidad de proteger nuestros lazos afectivos. Más que una prueba de amor, los celos suelen ser una reacción emocional ante la posibilidad de perder a alguien importante.Esta sensación ha sido objeto de estudio en diversos contextos, como las relaciones de pareja, la convivencia familiar y el entorno laboral.Aunque culturalmente los celos se asocian con el amor, investigaciones indican que esta emoción tiene sus raíces en la inseguridad personal, el miedo a la pérdida y las experiencias de apego durante la infancia. En la década de 1990, un estudio de la Universidad de Nueva York exploró estas causas emocionales, revelando que las personas con baja autoestima y un apego inseguro en su infancia tienden a experimentar celos intensos y difíciles de manejar.Según la investigación, la ausencia de un vínculo seguro en los primeros años de vida aumenta la probabilidad de desarrollar celos excesivos y comportamientos posesivos en la adultez.Por otro lado, un estudio publicado en Developmental Psychology alertó sobre el aumento de conductas controladoras y celosas en adolescentes, asociadas con actitudes agresivas y dominantes hacia la pareja, un fenómeno preocupante por su impacto en la salud emocional y la dinámica de pareja.Investigaciones del Instituto de Psicoterapias Avanzadas de Madrid han identificado que los celos activan las mismas áreas cerebrales relacionadas con el dolor físico y la recompensa. Cuando una persona percibe una amenaza de exclusión, su cerebro responde de manera similar a un daño físico, lo que explica la intensidad de esta emoción.Las áreas involucradas incluyen la corteza cingulada y la amígdala, regiones asociadas con el procesamiento de emociones y el sistema de recompensa. Esta activación no solo provoca angustia, sino que también refuerza la necesidad de recuperar la atención o el afecto de la persona deseada, lo que puede generar comportamientos obsesivos o controladores.Superar los celos implica trabajar en la confianza y la autoestima, aspectos clave para reducir la ansiedad que genera esta emoción. Algunos expertos sugieren las siguientes prácticas:Aunque los celos son una emoción natural, cuando se dejan sin control pueden convertirse en una fuente de sufrimiento tanto para quien los siente como para su entorno. Esta emoción nos enfrenta a nuestras inseguridades y al miedo a la pérdida, recordándonos que la estabilidad en las relaciones depende de la confianza, la comunicación y el crecimiento personal.MF