Si a usted, a un familiar, amigo o conocido de pronto le cuesta trabajo caminar sin ninguna razón, siente el entumecimiento de una parte del cuerpo, de forma súbita se le traba la voz, le cuesta mucho trabajo hablar o se la ha ido de lado la boca, se tiene que descartar con urgencia un evento cerebrovascular, por lo que debe acudir inmediatamente al área de urgencias del hospital más cercano.En el año 2022, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estableció el programa "Código cerebro" en todo el país, con el objetivo de salvar más vidas mediante la implementación de un protocolo de atención integral, que se centra en la atención de pacientes que sufren un infarto cerebral o un accidente cerebrovascular. A través de este programa se emite en menos de 30 minutos un diagnóstico clínico de los pacientes que presentan esta sintomatología, que se corrobora con una tomografía axial computarizada, y en caso de requerirlo, se le suministra de inmediato el tratamiento adecuado al paciente.El objetivo es que se preste la atención en un lapso de menos de cuatro horas y media, que es el límite de tiempo que hay para tratar a quien sufre de estas complicaciones cerebrales, sin que presente secuelas. Esta afección es muy común, siendo la número uno de atención en el IMSS dentro de las enfermedades del cerebro y la segunda causa de discapacidad. Si no se detecta oportunamente, el paciente no recibirá el tratamiento adecuado, por lo tanto, incrementará el riesgo de que sufra secuelas y complicaciones, y puede llegar a tener que pasar una larga estancia hospitalaria, e incluso la muerte.Dentro de las causas de riesgo de padecer un evento vascular cerebral se encuentran la hipertensión arterial, la diabetes mellitus de alta prevalencia, el tabaquismo, obesidad, abuso de alcohol, dislipidemia y cardiopatías, entre otras. La Organización Mundial de la Salud ha señalado que, hasta un 30 por ciento de las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y la demencia, podrían prevenirse con hábitos saludables.Una alimentación equilibrada, rica en ácidos grasos, omega-3, antioxidantes y vitaminas, ayuda a proteger las neuronas y a mejorar la función cognitiva; alimentos como el salmón, los frutos rojos y las nueces son excelentes aliados.La actividad física regular no solo beneficia el cuerpo, sino también el cerebro, ya que aumenta el flujo sanguíneo y estimula la producción de endorfinas, mejorando el estado de ánimo y reduciendo el riesgo de depresión, una de las principales causas de deterioro cognitivo. Además, el sueño adecuado es crucial, durante las 7 u 8 horas recomendadas de descanso, el cerebro elimina toxinas relacionadas con enfermedades como el Alzheimer y fortalece las conexiones neuronales, esenciales para la memoria y el aprendizaje.Técnicas como la meditación o el yoga han demostrado reducir los niveles de cortisol, una hormona que, en exceso, puede dañar las células cerebrales. Mantener el cerebro activo, ya sea aprendiendo nuevas habilidades, leyendo o resolviendo problemas, fortalece las conexiones neuronales y protege contra el deterioro cognitivo. Evitar el consumo de tabaco y el abuso del alcohol son medidas preventivas que disminuyen el riesgo de padecer enfermedades cerebrovasculares, que además mejoran la calidad de vida, asegurando un cerebro sano. GG