Cuando pensamos en actividad física, muchas veces el gimnasio se asocia como el lugar predilecto para entrenar. Sin embargo, el uso de la bicicleta, especialmente bajo un enfoque como el HIIT (entrenamiento interválico de alta intensidad), puede ofrecer beneficios comparables en mucho menos tiempo.Este tipo de ejercicio combina breves ráfagas de máxima intensidad con descansos cortos, permitiendo que sesiones de apenas 10 minutos generen adaptaciones aeróbicas y anaeróbicas similares a entrenamientos más largos y de menor intensidad.Las Directrices de la Organización Mundial de la Salud sugieren que, para alcanzar beneficios sustanciales, se pueden hacer entre 150 y 300 minutos de actividad moderada semanal o reducir ese tiempo a la mitad si se opta por una intensidad vigorosa.Un ejemplo innovador de HIIT es el protocolo basado en intervalos de cuatro segundos de máxima intensidad seguidos de 15 a 30 segundos de descanso. Repetido entre 20 y 30 veces, este método suma apenas 10 minutos totales de ejercicio, incluyendo el calentamiento y el enfriamiento.Aunque es breve, este entrenamiento exigente mejora la capacidad aeróbica, ayuda a quemar grasa y tiene beneficios tanto físicos como mentales.El HIIT permite obtener resultados significativos en poco tiempo, lo que elimina la barrera del "no tengo tiempo" para entrenar. Además, es adaptable, ya que no requiere de grandes equipos ni espacios específicos. Esto lo convierte en una alternativa viable y eficaz para quienes buscan mantenerse en forma sin pasar largas horas en un gimnasio.Aunque el HIIT es eficiente, no es necesariamente apto para principiantes. Aquellos con menor nivel de entrenamiento deberían optar por descansos más largos entre las ráfagas de intensidad y aumentar la duración progresivamente.Con información de SUNMBV