Una práctica común en los hogares mexicanos es reutilizar los envases de yogur para guardar alimentos, motivo por el que en ocasiones al abrir un bote del refrigerador esperando encontrar el lácteo puedes toparte con frijoles.Sin embargo, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha advertido que esta práctica puede traer consecuencias negativas para la salud.Una análisis publicado en el 2020 en la Revista del Consumidor revela que guardar alimentos en botes de yogur es una práctica que pone en riesgo la salud. Esto se debe a que los envases han sido diseñados para darles un solo uso, así, darles una segunda vida provoca que se deterioren rápidamente.Como resultado, las grietas o deformaciones del plástico permiten la entrada de microorganismos, lo que, a su vez, expone los alimentos a condiciones insalubres.Emplear envases de yogur para el almacenaje de alimentos fomenta la contaminación cruzada. Usarlos para comidas diferentes y no limpiarlos adecuadamente fomenta la proliferación de bacterias.Por otro lado, la exposición de los envases de yogur al calor puede provocar que su estructura se vea afectada y libere compuestos químicos dañinos hacia los alimentos. Así, estos botes no son aptos para meterlos al microondas ni pueden ser lavados con agua caliente.Las recomendaciones de la Profeco señalan que el mejor método para cuidar la salud a través del correcto almacenaje de alimentos es utilizar recipientes específicamente diseñados para este fin.Los moldes deberán contener los símbolos correspondientes para microondas y alimentos.MBMantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp