El cambio climático ha traído consecuencias muy graves a la Tierra, como el calentamiento global, por lo que los científicos han buscado maneras de disminuirlo y han encontrado una posible solución en los diamantes.Lo que se les ocurrió a los expertos, fue usar parte de una técnica llamada geoingeniería solar, la cual consiste en reflejar parte de la radiación del sol de vuelta al planeta, con el fin de evitar que la Tierra continúe calentándose. Esta técnica se llama “inyección de aerosoles estratosféricos (SAI)” y se inspira en las erupciones volcánicas.Cuando un volcán hace erupción, libera dióxido de azufre, que más tarde sube a la atmósfera y se convierte en partículas muy pequeñas que reflejan la luz del sol. Esta erupción ayuda a que la temperatura de la Tierra baje por un determinado tiempo.Gracias a las erupciones, los científicos pensaron en esta idea, pero usar azufre trae consigo varios problemas, tales como causar lluvia ácida, alterar los patrones climáticos y dañar la capa de ozono. Por lo tanto, han buscado otros materiales que no tengan estos efectos negativos para el planeta, y es ahí cuando los investigadores pensaron en el polvo de diamante.Usar este material tiene varias ventajas, ya que no es tóxico ni causa daño al medio ambiente. Además, es capaz de reflejar la luz solar y permanecer durante más tiempo en la atmósfera sin juntarse en bolitas y perder su efectividad. Gracias a esta ventajas, los científicos han considerado el polvo de diamante como la mejor opción para enfriar la Tierra.Sin embargo, esta opción no es tan buena como parece, ya que es demasiado cara. Para que el enfriamiento mediante polvo de diamante funcione, se necesita inyectar 5 millones de toneladas cada año, lo que costaría un aproximado de 175 billones de dólares de este año hasta el 2100. Pese a esto, los científicos se encuentran buscando otros materiales que no sean tan caros, como la calcita y la alúmina. GG