Siempre hay que ver el lado bueno de las cosas, o al menos eso es lo que algunas personas piensan. Y si de sentido del humor hablamos, la mayoría de los mexicanos y mexicanas tienen gran experiencia en ello. Suele ser común que, en momentos difíciles, las risas sean el mejor antídoto para el dolor. Aunque suene contradictorio, es algo real que incluso la ciencia ha demostrado.Sigmund Freud afirmó que el chiste o la risa es una manera de enfrentar las adversidades y dificultades en la vida. Se puede decir que es una forma de esquivar el dolor y evitar pensamientos, imágenes o afectos reprimidos que se encuentran en nuestro inconsciente. Asimismo, indicó que el chiste produce placer, el cual puede expresarse a través de la risa.Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las y los mexicanos tienden a bromear o hacer chistes sobre situaciones consideradas “difíciles” o “agresivas”, lo que puede funcionar como una herramienta para liberar estrés y generar placer, expresado mediante la risa.Otro factor a considerar en relación con los mexicanos y su peculiar sentido del humor son los aspectos tanto culturales como psicológicos."Hay una frase muy mexicana: ‘De broma en broma, la verdad se asoma’. Los mexicanos hemos encontrado una forma de disfrazar en el humor lo que sentimos íntimamente", sostiene Boris Berenzon, profesor titular de Historia de la UNAM y autor del libro Re-tratos de la Re-vuelta. Los discursos del humor en el México Revolucionario.“El chiste nos hace sentir bien y nos ayuda a soportar tragedias”, explicó José Velasco García, psicoanalista y profesor en la FES Iztacala. Por ejemplo, en un velorio, no falta el ‘chistosito’ que, si sabe contar chistes, hace más llevadero el dolor de la pérdida.En pocas palabras, usar el sentido del humor en momentos difíciles ayuda a apaciguar los sentimientos negativos del momento.A pesar de tratarse de una técnica que favorece nuestra estabilidad emocional y salud mental, existen ciertos límites cuando se trata de bromear sobre desgracias.De acuerdo con Velasco García, el límite del humor se cruza cuando entramos en el terreno de la burla y la injuria, lo que Freud nombró como “el estatuto de goce narcisista”. “El chiste puede generar comunidad y alianzas solidarias o bien convertirse en un instrumento violento”, agregó.En otras palabras, el chiste debe ser lúdico, no una herramienta para humillar ni hacer escarnio de otros.El sentido del humor es un arma positiva si se sabe usar, y esto depende de varios factores: el lugar, el momento y con quién se hace. Siempre se recomienda no sobrepasar los límites; es decir, que la humillación no sea sinónimo de risa. Mientras se mantengan estas consideraciones, la risa puede ser la mejor cura para la tristeza.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *AS