Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el tejocote es un fruto endémico de nuestro país que se cosecha a partir de agosto, pero son noviembre y diciembre los meses donde más se consume. Además de su uso gastronómico, el tejocote también ha sido utilizado en la medicina tradicional y medicamentos herbolarios. De acuerdo con una publicación de la revista “Ciencia” de la Academia Mexicana de Ciencias, el tejocote tiene propiedades curativas como: Además, se han comprobado las propiedades del tejocote para tratar padecimientos cardiovasculares, tales como los efectos anti ateroscleróticos que ayudan al tratamiento para la insuficiencia cardiaca crónica clase II, su efecto inotrópico positivo (aumenta la fuerza de los latidos del corazón), efecto remodelador anticardíaco, efecto de agregación antiplaquetaria, protección contra la lesión por isquemia/reperfusión y acción antiarrítmica.En general, este pequeño fruto naranja se ha utilizado desde la medicina tradicional para tratar enfermedades cardiovasculares, como la insuficiencia cardíaca y la hipertensión. Del mismo modo, se le ha empleado como auxiliar en el tratamiento de las infecciones respiratorias e infecciones bacterianas, como el estafilococo dorado y candida albicans. Por si fuera poco, consumir tejocote también puede resultar útil para disminuir los niveles de glucosa y reducir la absorción de triglicéridos en la sangre. Además, integrar este delicioso alimento a tu dieta puede ayudar a que tengas una mejor calidad del sueño gracias a sus compuestos fenólicos, los cuales pueden tener efectos ansiolíticos y analgésicos en el sistema nervioso. Ahora ya lo sabes, en estas épocas decembrinas no dudes en consumir tejocotes, ya sea como parte del ponche o integrado en un bolo. No obstante, lo más recomendable siempre es consultar con un nutricionista o profesional de la salud para que te dé las indicaciones adecuadas antes de añadir cualquier remedio natural nuevo a tu vida diaria. CM