Tener la nariz congestionada o con goteo constante es una molestia común, especialmente durante los cambios de estación. Sin embargo, cuando el flujo nasal se vuelve persistente, acuoso y aparentemente sin causa aparente, puede ser señal de que algo más serio está ocurriendo en tu organismo.A continuación, exploramos las causas más frecuentes de una nariz que no deja de gotear, cuándo preocuparse y qué hacer al respecto.El término médico para el goteo nasal es rinorrea, y se refiere a la secreción excesiva de mucosidad por las fosas nasales. Puede ser espesa, clara, acuosa, intermitente o continua, y las causas van desde afecciones leves hasta problemas médicos más complejos.En casos muy raros, el goteo nasal constante, especialmente de un solo lado y con un líquido claro, podría ser una fuga de líquido cefalorraquídeo (LCR), el fluido que rodea el cerebro y la médula espinal. Esto puede ocurrir por traumatismos craneales, cirugías o espontáneamente debido a debilidades en la base del cráneo.Señales de alerta incluyen:Si sospechas esta condición, es fundamental buscar atención médica inmediata.Acude al médico si:Una nariz que no deja de gotear puede parecer solo una molestia, pero también puede ser la forma en que tu cuerpo te advierte de un problema subyacente. Escuchar estas señales y acudir a un especialista si persisten es clave para mantener una buena salud respiratoria. No ignores lo que puede parecer un síntoma menor: a veces, detrás de una molestia cotidiana, se esconde algo más importante.BB