Tronarse el cuello, una práctica común en la que se produce un sonido característico al ajustar las vértebras, es una conducta que muchas personas realizan para sentir alivio o simplemente por hábito. Aunque a menudo se percibe como una forma inofensiva de liberar tensión, este gesto puede implicar riesgos significativos para la salud, especialmente si se realiza con frecuencia o de manera incorrecta.Cuando se trona el cuello, el sonido que se escucha proviene de burbujas de gas que se liberan de las articulaciones facetarias, las cuales permiten el movimiento de las vértebras. Aunque el proceso es generalmente inofensivo en personas sanas, en algunos casos, el movimiento puede causar daños. La manipulación excesiva o inapropiada del cuello puede provocar lesiones en los ligamentos, discos intervertebrales o nervios. Estas lesiones pueden resultar en dolor crónico, rigidez, o incluso en condiciones más graves como hernias discales.Además, el tronarse el cuello puede afectar la circulación sanguínea y el flujo de oxígeno al cerebro. La técnica inadecuada puede llevar a la compresión de las arterias vertebrales, que son responsables del suministro de sangre al cerebro. Esto podría aumentar el riesgo de eventos cerebrovasculares o trombosis en casos extremos, aunque tales eventos son raros.En casos más severos, un ajuste brusco o incorrecto del cuello puede provocar un desgarro en los tejidos blandos o una dislocación de las vértebras. Estas lesiones pueden resultar en problemas neurológicos graves, incluyendo parálisis o pérdida de movilidad en brazos y piernas. La manipulación excesiva también puede contribuir al desarrollo de trastornos articulares, como la artritis cervical, que causa dolor y limita el rango de movimiento.Los estudios sugieren que el tronarse el cuello de manera autoinducida, en lugar de ser realizado por un profesional capacitado, puede incrementar el riesgo de complicaciones. Los quiroprácticos y otros profesionales de la salud están entrenados para realizar ajustes de manera segura, utilizando técnicas específicas que minimizan el riesgo de daño. Intentar realizar estos ajustes por cuenta propia sin el conocimiento adecuado puede resultar en consecuencias adversas.Para evitar los riesgos asociados con el tronarse el cuello, se recomienda adoptar prácticas de cuidado que minimicen la necesidad de ajustar el cuello de manera regular. Realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de la musculatura cervical puede ayudar a aliviar la tensión y mejorar la postura, reduciendo la necesidad de ajustes frecuentes. Si se experimenta dolor persistente o molestias en el cuello, es crucial buscar la orientación de un profesional de la salud calificado para recibir un diagnóstico adecuado y tratamiento apropiado.Aunque tronarse el cuello puede proporcionar un alivio temporal para algunas personas, los riesgos reales asociados con esta práctica deben ser considerados cuidadosamente. La manipulación inadecuada puede llevar a problemas articulares, nerviosos y circulatorios graves. Para proteger la salud del cuello y prevenir complicaciones, es aconsejable adoptar hábitos saludables y consultar a profesionales de la salud cuando sea necesario.BB
