Miércoles, 18 de Septiembre 2024
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No digas su nombre tres veces

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Por: Maité Ruiz Velasco

Recientemente se estrenó en cines

Recientemente se estrenó en cines "Beetlejuice, Beetlejuice", secuela de la legendaria cinta de Tim Burton. ESPECIAL/ Warner Bros. Pictures

Indudablemente, una de las tendencias cinematográficas más presentes en esta década es la nostalgia. Remakes y secuelas de clásicos del cine han inundado las carteleras, y la tendencia ha cobrado tal importancia que cuando uno lee en redes sociales que algún clásico del cine tendrá una secuela o remake, ya no sorprende, e incluso no se le toma importancia.

Una secuela que no sabíamos que necesitábamos es la de “Beetlejuice, Beetlejuice”, o “Beetlejuice 2”, estrenada en salas de cine el pasado 5 de septiembre, justo a tiempo para que las personas adopten la estética de la película como personalidad propia y la tomen en cuenta para sus disfraces de Halloween en octubre.

"Beetlejuice, Beetlejuice". ESPECIAL/ Warner Bros. Pictures

Aunque muchas personas estén cansadas de esta tendencia de los remakes y secuelas, “Beetlejuice, Beetlejuice” llegó en el momento perfecto; en la lejana década de los 90, se tenía planeado hacer una secuela de la mencionada película que llevaría por título “Beetlejuice en Hawái”, y afortunadamente no se hizo ya que habría ido en contra de la esencia del filme y probablemente habría quedado en el olvido así como ha ocurrido con todas las secuelas que Disney ha hecho de sus películas de princesas.

Ahora en 2024, decir que Tim Burton es un director consagrado sería quedarnos cortos; después de un sinnúmero de clásicos de cine que lo han posicionado como un referente del estilo gótico, el estadounidense tiene todos los recursos suficientes para hacer una secuela que esté a la altura de la original “Beetlejuice”.

"Beetlejuice, Beetlejuice". ESPECIAL/ Warner Bros. Pictures 

Definitivamente era imposible concebir una secuela de “Beetlejuice” sin la presencia por lo menos de los actores Michael Keaton, Winona Ryder y Catherine O’Hara. Mientras que los personajes de Winona y Catherine tuvieron que evolucionar debido a que tanto en la cinta como en la vida real pasaron 36 años, Michael Keaton se enfrentó a una situación más particular ya que Beetlejuice no evoluciona. Al ser un personaje que, en la primera cinta tenía por lo menos 600 años de haber muerto, 36 años no son nada para él.

A esto hay que sumarle que Betelgeuse (como a veces es escrito su nombre en el filme), es un personaje irreverente y egocéntrico que no tiene intenciones de evolucionar. Así como mencionó Michael Keaton en una reciente entrevista durante la gira de prensa de “Beetlejuice, Beetlejuice”, nunca se vio en la obligación de decirle a Tim Burton “No, mi personaje nunca haría eso”, ya que su personaje no tiene límites, lo que les dio tanto al actor como al director una gran libertad creativa.

"Beetlejuice, Beetlejuice". ESPECIAL/ Warner Bros. Pictures 

Una de las mayores razones por las que “Beetlejuice, Beetlejuice” es una digna secuela de la cinta original es porque Tim Burton, a pesar de tener todos los recursos económicos necesarios y vivir en una época donde la tecnología puede jugar a favor del cine para crear un sinfín de efectos, Burton optó por usar la mayor cantidad de efectos prácticos posibles así como lo hizo en 1988, usando la menor cantidad de apoyo digital posible, apoyándose únicamente en la tecnología de los animatrónicos y evitando por completo el CGI. Además, al igual que en la cinta de 1988, utilizó el stop motion para algunos de sus personajes, técnica que se ha convertido en su sello personal.

En cuanto a la evolución de los personajes vivos, Lydia y Delia Deetz interpretadas por Winona Ryder y Catherine O’Hara respectivamente, es curioso observar la evolución de dos mujeres que evolucionan hacia otra generación. Por su parte, Delia (Catherine O’Hara) se ha convertido en abuela, y aunque sigue fiel a su esencia de crear arte extravagante y ser superficial muy a su manera, ya terminó su tiempo de ser la mamá -madrastra- que lidia con una hija adolescente, así como ocurre con las abuelas.

Esta ocasión es el turno de Lydia -Winona- que se ha convertido en madre de una adolescente rebelde. Irónicamente, en la película de 1988, una adolescente rebelde era gótica. Ahora en 2024, el personaje de Winona Ryder sigue fiel a su estilo gótico y debe lidiar con una hija “rebelde” de acuerdo a los estándares modernos: ambientalista, y completamente escéptica a las historias de su madre. Esta nueva joven rebelde es interpretada por Jenna Ortega, quien va en camino a convertirse en otra musa más del universo cinematográfico de Tim Burton, y en lugar de interpretar a un personaje gótico como ocurrió con la serie “Merlina”, en esta ocasión presenta a una joven más “normal” que ve el universo Beetlejuice desde una perspectiva exterior.

"Beetlejuice, Beetlejuice". ESPECIAL/ Warner Bros. Pictures 

Una de las grandes sorpresas fue la inclusión de la italiana Monica Bellucci en la cinta, con un personaje completamente nuevo, quizás innecesario para la trama y con claras referencias al monstruo de Frankenstein y por lo tanto a “Sally” de “El extraño mundo de Jack”. Aunque Bellucci hace un buen papel, falta una búsqueda en Google para descubrir que es la actual pareja de Tim Burton, una posible explicación de su inclusión en el filme.

Entre otras sorpresas, no podíamos dejar fuera la participación de Willem Dafoe en la cinta, participación que sorprendentemente no fue muy publicitada, pero sin duda fue agradecida por la audiencia ya que una actuación de Dafoe es sinónimo de calidad.

Sin duda, valieron la pena los 36 años de espera para poder ver en el cine una secuela de “Beetlejuice” que valiera la pena. Y a juzgar por el título “Beetlejuice, Beetlejuice”, se da pie a una tercera parte que podían nombrar “Beetlejuice, Beetlejuice, Beetlejuice”, para cerrar este ciclo con un título que mencione tres veces el nombre del personaje, fórmula para invocarlo.

Irónicamente, el nombre del personaje se mencionó 20 veces en la nota anterior, suficiente para invocarlo tres veces y ahuyentarlo tres veces. Habría que mencionar su nombre en esta nota una sola vez más para terminar invocándolo, pero mejor reservemos esta última carta para cuando llegue el momento de una tercera parte del filme.

MR

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