Para devolver al Guadalajara su protagonismo histórico -con sus más y sus menos…-; para convertirlo nuevamente en estrella y no simple “extra” de las competencias domésticas; para que sus dirigentes y simpatizantes puedan alimentar, razonablemente, el buen deseo de ponerse a la par de los Monterrey, “Tigres”, América, Cruz Azul -y hasta Pachuca, Santos Laguna, Toluca y demás equipos sobresalientes en el medio-, sólo existe una fórmula: armar, hombre por hombre y línea por línea, un plantel de polendas.Si en el medio hay, como consta en actas, clubes a cuyos dirigentes no les tiembla la mano para soltar espectaculares golpes de chequera al efecto de tener figuras en todos los puestos, y si la reglamentación de la Liga MX permite una presencia ampliamente mayoritaria de jugadores extranjeros, la limitación autoimpuesta por el Guadalajara, de tener exclusivamente jugadores mexicanos en su nómina, es, en la práctica, un hándicap notable.La única manera de ponerse a la par con los equipos que no reparan en gastos para contratar figuras, sin renunciar a la línea nacionalista, sería hacer de su plantilla prácticamente una Selección Nacional.Armar un plantel con jugadores mexicanos de primer nivel, puede resultar más costoso que hacerlo con jugadores extranjeros, habida cuenta de que entre éstos hay muchos cuyos salarios y cartas de transferencia tienen, en el mercado, etiquetas más accesibles que aquéllos.Así, no sólo para aspirar, al menos, a convertirse en habitual participante en “Liguillas”, sino para dejar atrás la pesadilla de ganarse, con resultados, la permanencia en la Primera División al cabo de la próxima campaña, el Guadalajara tendría que incorporar en su plantel algunos nombres cuyos historiales le prometan razonablemente mejores desempeños y mejores dividendos que los conseguidos en los cuatro campeonatos más recientes.Aunque procede de un equipo -Lobos BUAP- que alternó las de cal con las de arena, Toño Rodríguez dio indicios de haber crecido como futbolista en la última campaña. Oswaldo Alanís vuelve al redil, al romper “de común acuerdo” su contrato con el Oviedo de la Segunda División española, tras una temporada que seguramente no estuvo a la altura de las expectativas del club que le abrió las puertas en Europa… ni del propio jugador.Aun en el deseable caso de que Toño y Oswaldo funcionen, parece difícil que su presencia garantice la metamorfosis que la situación del Guadalajara exige…