El 17 de julio de 2020, en el marco de la conferencia matutina, el anterior inquilino de Palacio -el que se fue a “La Chingada” (su rancho)- anunciaba de manera orgullosa y optimista: “Hemos tomado la decisión, acabo de darlo a conocer al Gabinete de Seguridad, de que las aduanas terrestres y marítimas van a estar a cargo de elementos de la Secretaría de la Defensa y de la Secretaría de Marina”. Fue el 9 de septiembre del mismo año cuando, en una reunión con tal propósito, el entonces Administrador General de Aduanas, Horacio Duarte Olivares, dijo: “Estamos muy contentos con la incorporación de la SEMAR y la SEDENA -hoy DEFENSA- a nuestra estrategia para combatir el contrabando y cumplir con la encomienda de acabar con la corrupción, el influyentismo y aumentar la recaudación que nos permita tener recursos para el bienestar de la gente”.Desde la toma de posesión de las aduanas del país por parte de las fuerzas armadas, pasaron los meses, los años, se acabó el sexenio y empezó la nueva administración, pero todo siguió igual. La presencia de los militares en las “porosas” aduanas no asustó a nadie. Prueba de ello son los recientes y cacareados decomisos de mercancía por parte de la Secretaría de Economía, que representan una pequeña muestra de lo que ingresa al país sin que las autoridades “se den cuenta”.Marcelo Ebrard, titular de la secretaría en cuestión, dijo que en los primeros cuatro operativos -Ciudad de México, Hermosillo, Saltillo y Ensenada- el monto de lo decomisado supera los 500 millones de pesos. Solamente en Baja California fueron tres millones de piezas de mercancía ilícita, con un valor de 320 millones de pesos. Y eso fue solo en cuatro puntos de la República Mexicana, donde deben existir cientos de negocios dedicados a la venta de productos “importados”, sobre todo de Asia.“No lo vamos a permitir”, declaró Ebrard, quien, de alguna manera, quiso justificar las “importaciones ilegales” al señalar que “ningún país del mundo puede revisar todo lo que llega a tu país, se revisa un porcentaje que no exceda nunca del 10 por ciento”. Sin embargo, la pregunta es: ¿dónde estaban DEFENSA y MARINA cuando ingresaron al país estos miles y miles de productos ilícitos? Dependencias a las que se les asignó esa responsabilidad, llegando a pensar optimistamente que con su sola presencia iban a ahuyentar a los “importadores” de mercancía. ¿Usted qué opina?