Martes, 18 de Marzo 2025

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

Líderes ricos de obreros empobrecidos

Por: Diego Petersen

Líderes ricos de obreros empobrecidos

Líderes ricos de obreros empobrecidos

Uno de los profundos desequilibrios de este país tiene que ver con la bizarra relación obrero-patronal. Muy pronto, en la era del México de la revolución institucionalizada, los sindicatos dejaron de cumplir su función de representantes de los trabajadores frente a las fuentes de trabajo para convertirse en organizaciones políticas. La CTM tenía más diputados y senadores que los que tiene ahora toda la oposición junta. He sostenido que la muestra fehaciente de esta pérdida de equilibrio fue cuando Coparmex, el sindicato de los patrones, se convirtió en uno de los promotores del aumento al salario mínimo, en tanto que los sindicatos de trabajadores se habían vuelto intrascendentes por sus consecutivas derrotas electorales.

El reportaje de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) sobre el rancho del líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), el diputado morenista Pedro Haces, es una perfecta radiografía de la crisis de representación obrera en México. Haces no vive como rico, sino como uno de los más ricos del país. Su forma de vida nada tiene que ver con los obreros de este país. La casa de ocho hectáreas en las faldas del Ajusco hace palidecer a la Colina del Perro de López Portillo o al Partenón de Arturo Durazo.

¿De dónde sale el dinero de los líderes sindicales? De la corrupción, no hay de otra. Aun suponiendo que fueran los representantes de sindicatos muy ricos, que los hay, en el que miles de trabajadores aportan su cuota sindical para sentirse bien representados, los líderes ganarían como un ejecutivo de alto nivel. El nivel de vida de sindicalistas como Pedro Haces, con hotel, picadero y palenque de gallos dentro de su casa; el del petrolero Carlos Romero Deschamps, a quien le gustaba coleccionar relojes; el que tenía la maestra Elba Esther Gordillo, con casa y yate en San Diego; o el del extravagante líder de los mineros que nunca trabajó en una mina, Napoleón Gómez Urrutia, no salen de un sueldo como representante sindical. Esos desplantes de lujo —porque encima les gusta presumir— sólo se explican por la corrupción, la corrupción sindical que no es otra cosa que sacrificar ingresos y prestaciones para los trabajadores a cambio de prebendas políticas y personales. Es una corrupción en la que participan activamente los patrones, sean de la iniciativa privada o del Gobierno en turno. Da igual quién esté en el poder, el PRI, el PAN o Morena los líderes sindicales estarán en la primera línea del poder, pero no representando a sus agremiados sino representándose a sí mismos.

Pedro Haces no es sino la cara visible de ese sindicalismo corrupto que le es útil al poder. (Lo curioso es que todavía haya quién crea que Morena es diferente).

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones