Hace un año don Gonzalo me entregó un magnífico librero diseñado y trabajado por él en su carpintería de Santa Tere. Para mi sorpresa, trasladó el armatoste en su camionetita americana, una Ford 1997 que deberá verificar este año.“¿Y si no pasa?”, le pregunté ayer. “Sin camioneta no me puedo mover, me mataría si me la quitan, son mis pies”, respondió.Gran parte de los autos que reprobarán la verificación son de “uso intensivo” en tianguis, carnicerías, negocios familiares y en diversos oficios como carpintero o plomero que manejan carcachitas cumplidoras pero muy contaminantes.El gobierno de Jalisco matizó la información que me dio previamente, en donde señalaba que el 20% del parque vehicular verificable –más de medio millón– podría reprobar porque muchos son carros con un promedio de 20 años de antigüedad.Según los cálculos del gobierno, tras hacer reparaciones a estos autos, el universo de reprobados se reduce a sólo el 12%, es decir, unas 324 mil unidades. Aún son bastantes.Según los lineamientos del programa, a partir de la inspección visual, hay siete motivos para reprobar:1) Fugas visibles de aceite de motor, transmisión o anticongelante. 2) Mangueras rotas. 3) Fugas en la tubería o modificaciones indebidas del sistema de escape. 4) Ausencia del portafiltro de aire o del filtro de aire del motor. 5) Ausencia del convertidor catalítico. 6) Falta del tapón de combustible. 7) Ausencia de la bayoneta de aceite.A esto hay que sumar la prueba dinámica o estática, según el caso, para medir las emisiones contaminantes.El anterior titular de Semadet, Sergio Graf, declaró alguna vez que un vehículo de 20 años tiene muchas posibilidades de pasar la prueba si ha tenido un mantenimiento adecuado durante su uso.En 2023, el anterior gobierno lanzó un tímido programa de chatarrización y apoyo para los dueños de autos que no habían pasado la verificación.Se trató de un fondo de 34 millones de pesos para entregar 20 mil pesos por unidad a mil 700 propietarios.Esta cantidad es un apoyo simbólico. Si Lemus replica esta idea necesitaría 6 mil 480 mdp, equivalente al presupuesto de la Secretaría de Seguridad o de los hospitales civiles.Lemus ha dicho que parte de este dinero podría salir de las fotomultas, que ronda los 800 mdp al año, aún insuficiente.Recordemos que la verificación “gratis” ya implicó un subsidio de 900 millones de pesos.Pienso en don Gonzalo y su herramienta de trabajo. Y en los cientos de negocios que dependen de su carcacha. Pero también pienso en la necesidad de impulsar el transporte público multimodal para limpiar el aire en lugar de subsidiar más y más a los autos. Vaya dilema.