Como en agosto pasado que volvió a asomar una eventual fractura entre la nomenclatura emecista de Jalisco que encabeza Enrique Alfaro (pese a su anuncio en julio pasado de su jubilación de la vida político electoral) y la dirigencia nacional que encabeza Dante Delgado, la semana pasada esa posibilidad de un cisma interno naranja reapareció luego de la embestida de críticas que hizo el gobernador de Jalisco por las formas en que se anunció a Jorge Álvarez Máynez como el precandidato presidencial de ese partido. En el choque de agosto, Dante señaló que la verdadera causa del rompimiento de Alfaro había sido que él no acompañó la marcha “Por una FIL libre de Raúl Padilla” de noviembre de 2022 en la que nunca estuvo de acuerdo, y no las diferencias en la conducción del partido o la marginación de los emecistas de Jalisco en la toma de decisiones institucionales, como reclama el mandatario. Ese mismo día Alfaro anunció “un posicionamiento colectivo del proyecto que forma parte”, que se materializó horas más tarde con un comunicado con membrete de MC donde senadores y diputados federales por Jalisco, así como alcaldes y diputados locales le muestran su respaldo. Horas después, Dante aseguraba que muchos de los firmantes le habían llamado para asegurarle que nunca se les avisó de ese comunicado. Pese a lo álgido del conflicto Dante-Alfaro, los emecistas de Jalisco nunca optaron por la desbandada, sabedores que las firmas de las candidaturas pasan por la dirigencia nacional. Además, las diferencias entre ambos personajes parecieron diluirse en octubre cuando se saludaron muy cordialmente en la visita que hizo el gobernador al Senado para inaugurar una exposición conmemorativa de los 200 años de Jalisco como Estado libre y soberano, que organizó el empresario y diputado federal emecista, Horacio Fernández. Alfaro tuvo incluso palabras de reconocimiento cuando se le preguntó sobre Dante: “Yo creo que es un político profesional que ha hecho mucho por la democracia de este país”.Esa ruta de reconciliación se volvió a dinamitar la semana pasada luego de que Alfaro reprobó el destape entre cervezas y botanas que encabezó su homólogo de Nuevo León, Samuel García, y su esposa, la influencer Mariana Rodríguez, y dijo que MC estaba haciendo todo “muy mal”, a lo que Dante reviró afirmando que había algunos que sólo declaraban pero no trabajaban, en clara referencia al mandatario estatal. Para saber si el cobro de facturas de Dante a sus críticos emecistas de Jalisco quedó en esa declaración o no, habrá que ver hoy qué pasa en la “Reunión de Trabajo y Evaluación sobre el Proceso de Selección y Elección de personas candidatas de Movimiento Ciudadano en las Circunscripciones Electorales del País”, a la que convocó Dante como coordinador de la Comisión Operativa Nacional en las oficinas de Río Becerra en la CDMX. Uno de los convocados a la reunión donde se podrían revocar candidaturas ya otorgadas es Javier Jaramillo, un ex priista que está convertido en los ojos de Dante en Jalisco desde las primeras diferencias públicas que tuvieron los ex aliados en julio pasado. Cuentan que la mira está puesta en los que replican el discurso de la defensa del proyecto Jalisco y sólo simulan una posición institucional ante la dirigencia nacional. ¿Será?jbarrera4r@gmail.com
